EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 7,7-12.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le
abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el
Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto
consiste la Ley y los Profetas.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Guillermo de Saint-Thierry (v. 1085-1148), monje benedictino después cisterciense.
La Contemplación de Dios, 5
« Pedid, buscad, llamad »
Date prisa, Señor, no tardes más ; en efecto, la gracia de tu sabiduría tiene sus
atajos, Señor : allí donde ninguna subida argumentación ni discusión de la razón
puede dar acceso –- quiero decir con júbilo completo por tu amor–- allí a menudo se
encuentra alcanzado de repente quien ha recibido la gracia, el que busca
asiduamente, el que llama asiduamente. Pero Señor, si me llega –y es raro- probar
algo de esta alegría, me pongo a gritar:« Maestro,¡ qué bueno es estar aquí!
Hagamos tres tiendas (Mt 17,4) : una para le fe, una para la esperanza y otra para
el amor».
No sabría lo que digo cuando exclamo: « Señor, ¿qué bueno es estar aquí? »
Porque, a menudo, yo caigo por tierra como muerto, miro alrededor y no veo nada
ya. Me encuentro donde estaba antes, en el dolor del corazón y en la aflicción del
espíritu. ¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo? (Ps 12,2) ¿Cuánto tiempo aún
formaré proyectos en mi alma, con dolor en mi corazón, a lo largo de la jornada?
¿Cuánto tiempo tu Espíritu podrá prolongar su morada en el hombre que es carne—
él que viene, que va y que sopla donde quiere ?(Jn 3,8) Sin embargo, cuando el
Señor haga volver a Sión de su cautividad, entonces vendrá para nosotros el
consuelo; entonces nuestra boca se llenará de alegría (Ps 125,1-2)... La verdad de
tu consuelo y el consuelo de tu verdad responde en mi interior: « Existe el amor del
deseo y está el amor de posesión. El amor del deseo merece a veces obtener la
visión, la visión la posesión, la posesión la perfección del amor. »
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”