5º Domingo de Pascua - A
Evangelio: Jn 14,1-12 - El verdadero camino de la Vida
Los apóstoles durante un tiempo, estuvieron desconcertados y un poco
temerosos por algo raro que veían en su Maestro y no podían entender. Su
presencia entre ellos no iba a ser para siempre, pues hablaba de cumplir una
misión muy concreta, que nosotros ahora ya sabemos que fue su Muerte y
Resurrección.
Pero ellos querían aferrarse a su calurosa y entrañable amistad y
deseaban saber más sobre Jesús. El les transmite paz y seguridad, compañía y
amor, pues les dice ser el verdadero camino que han de seguir para vivir la
verdadera Vida.
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Oración para cada día de la semana
Jesús, que nos hablas como Maestro y Señor,
pues enseñas con claridad y autoridad, para que nunca desconfiemos de Ti.
Ciertamente puedo perder la fe y desorientarme en el camino de la vida,
que lleva al cielo, por eso te ruego con insistencia,
que refuerces mi fe, que consolides mi confianza y que refuerces mi caridad.
Los mensajes que circulan por el ambiente sobre cómo vivir
son tan variados como contradictorios y absurdos,
porque prescinden de la Verdad, que viene de Ti y de tu mensaje salvador.
Por esto, Señor, te pido que me haga sordo a las voces
que quieren apartarme del buen camino,
y que me aleje de los falsos profetas que pretenden ser
modelos de conductas con su autosuficiencia,
su egoísmo y sus verdades u opiniones personales.
Solo quiero fiarme de tus palabras que me dicen que eres el Camino,
la Verdad y la Vida; y que solo quien a Ti escucha conoce al Padre,
y se encamina verdaderamente a la Vida Eterna.
Sé que no hay otro camino que merezca la pena seguir en la vida
que el que Tu nos marcas con el altavoz de la Palabra de Dios.
Que lo escuche atentamente, que no me aparte de la senda recta
que lleva a la auténtica felicidad aquí en la tierra y después en el cielo.
Me dices que eres la Verdad, porque me enseñas la mejor doctrina
que puede imaginarse: la del amor y el perdón, la del trabajo
y el respeto a todos, la de la justicia y la solidaridad.
Ayúdame a hacerla realidad en mí,
para que goce y disfrute de la vida sobrenatural que Tu das
a quien de verdad te ama a Ti y al prójimo como Tu enseñaste.
Padre Segismundo Fernandez Rodríguez