Pentecostés - A
Evangelio de la Misa: Jn 20,19-23 - Todos apóstoles
Las diversas lecturas de la Misa de la Vigilia así como la primera lectura
de hoy (Hech 2,1-11) narran con detalle el acontecimiento histórico de la venida
del Espíritu Santo el día de Pentecostés, y la transformación que se realizó en los
Apóstoles con aquel Espíritu de Jesús.
Otras lecturas de la Vigilia y la segunda de esta Misa abundan en
presentar la fuerza arrolladora del Espíritu de Jesús en los corazones, que se
dejan guiar por El. También el Evangelio nos habla de la paz de Cristo y del
Espíritu Santo, que hace posible el perdón de los pecados.
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Oración para cada día de la semana
Señor, Jesús, que cumpliste tu promesa
de enviar el Espíritu Santo a los Apóstoles, y en definitiva a tu Iglesia,
que desde ese momento inició su proceso histórico entre los hombres.
Quiero colocarme junto a los Apóstoles para contemplar la escena,
y percibir también la fuerza arrolladora de tu Espíritu,
y el poder transformador de tu gracia en aquellos hombres,
que desde ese momento se convirtieron en los testigos valientes
y arriesgados de tu mensaje salvador.
Para todos envías tu Espíritu y de todos esperas santidad y apostolado.
Yo también quiero, Señor, unirme a tus Apóstoles, y ahora a tus ministros,
obispos y sacerdotes, para ser un evangelizador y un testigo cualificado,
en primer lugar por la santidad de mi vida.
Se que me acompañas cada día con tu gracia para que me santifique
en mi vida ordinaria, y que esperas el ejemplo y el testimonio
de mi vida cristiana, para que sirva de apostolado ejemplar y atrayente.
Ayúdame, Señor, con tu Espíritu, para que luche por la santidad.
Que no deje nunca la oración, y el afán de hacer del trabajo y de la vida
ordinaria una oración y un cauce de apostolado y de proselitismo.
También, Señor, deseo colaborar, dentro de mis posibilidades,
y aunque a veces suponga un sacrificio, en las actividades
o proyectos apostólicos de la Iglesia , de mi Diócesis y de mi Parroquia.
Que los sacerdotes también puedan apoyarse en mi disponibilidad
y generosidad, y que abunden los cristianos
que trabajen y colaboren apostólicamente en tu Iglesia.
Padre Segismundo Fernandez Rodríguez