“Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es
llamado Cristo”
Mt 1, 16.18-21.24a
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
JOSE, HOMBRE JUSTO
Los fragmentos de la Escritura nos ofrecen un marco histórico y profético, es decir, nos
hablan de una historia verdadera, en la que, sin embargo, ha subintrado la acción de Dios
según un designio que recorre todo el mensaje bíblico.
En el fondo de la primera lectura y en el centro del evangelio aparece la figura de José,
llamado «hombre justo» (Mt 1,19). Esta justicia debe verse, como sugiere la segunda
lectura, en la acogida con ánimo agradecido y conmovido del don de la fe, en la rectitud
interior y en el respeto a Dios y a los hombres, a la Ley y a los acontecimientos.
A José le resulta difícil aceptar esa paternidad que no es suya y, después, la enorme
responsabilidad que supone ser el maestro y el guía de quien habría de ser un día el Pastor
de Israel. Respeto, obediencia y humildad figuran en la base de la «justicia» de José, y esta
actitud interior suya —junto a su misión, única y maravillosa— le han situado en la cima de
la santidad cristiana, junto a María, su esposa.
José brilla sobre todo por estas actitudes radicalmente bíblicas, propias de los grandes
hombres elegidos por Dios para misiones importantes, que siempre se consideraban
indignos e incapaces de las tareas que Dios les había confiado (baste con pensar en
Abrahán, Moisés, Isaías, Jeremías...). Dios sale, después, al encuentro de estos amigos
suyos otorgándoles fortaleza y fidelidad.
ORACION
«San José, mi predilecto,
ven a mi casa, que te espero.
Ven y mira, tú sabes qué falta,
ven y fíjate, trae lo que falta.
Y si algo no es para mi casa,
ven y llévatelo...’>
«San José, maestro de la vida interior,
enséñame a orar, a sufrir y a callar>’
(Oraciones populares a san José).