El centro de una vida feliz es Jesús.
20/03/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9
«En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de
éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su
presencia: Su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se
volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías,
conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Seor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si
quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz
que decía: “Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis
complacencias; escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra,
llenos de un gran temor. Jesús se acerc a ellos, los toc y les dijo: “Levántense y
no teman”. Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les orden: “No le cuenten a nadie lo que han
visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos”.
Oración introductoria
Dios mío, ¡qué bueno es estar en tu presencia! No quiero poner límites de tiempo a
mi oración, permite que llegue a contemplarte en todo tu esplendor, aunque no soy
digno de ello. Confío en tu amor y misericordia. Dame una fe viva que se refleje en
la docilidad interior para poder escuchar lo que hoy me quieres decir en esta
meditación.
Petición
Señor, llévame contigo, quiero subir a la cima de la santidad.
Meditación
«Los discípulos son involucrados en el ser y hablar absolutamente único de Jesús
con el Padre. Y se les concede de este modo ver al Maestro en lo íntimo de su
condicin de Hijo, se les concede ver lo que otros no ven; del „ser con Él‟, del „estar
con Él‟ en oracin, deriva un conocimiento que va más allá de las opiniones de la
gente, alcanzando la identidad profunda de Jesús, la verdad. Aquí se nos da una
indicacin bien precisa para la vida y la misin (). Solamente quien tiene una
relación íntima con el Señor viene aferrado por Él, puede llevarlo a los demás,
puede ser enviado. Se trata de un „permanecer con Él‟ (); debe ser la parte
central, también y sobre todo en los momentos difíciles, cuando parece que las
„cosas que hacer‟ deben tener la prioridad. Donde estemos, en cualquier cosa que
hagamos, debemos „permanecer siempre con Él‟ (Benedicto XVI, 20 de junio de
2010).
«El centro de una vida feliz, de una vida verdadera, es la amistad con Jesús el
Señor. Y esta amistad se aprende en el amor por la Sagrada Escritura, en el amor
por la liturgia, en la fe profunda» (Benedicto XVI, 6 de octubre de 2010).
Reflexión apostólica
«El misterio de la Encarnación del Hijo de Dios constituye la expresión histórica y
concreta de este amor. Dios quiso revelarse a los hombres en la Persona de su Hijo,
Jesucristo, hecho hombre. Por eso, para hacer la experiencia del amor de Dios hay
que fijar la mirada en el rostro de Cristo, humano y divino a la vez, doliente y
transfigurado, justo y misericordioso; hay que contemplar ese rostro, que ilumina y
sostiene los pasos de quien se acerca a Él» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 30).
Propósito
Cada día dedicar un momento a la oración al levantarme, a mediodía y antes de
irme a descansar.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, que bien se está contigo. «Me hiciste para Ti y mi corazón estará
inquieto hasta que no descanse en Ti». Ayúdame a que este momento de oración
se prolongue durante todo mi día. Que pueda seguir contemplándote en todo y en
todos. Quiero dedicarme a realizar mi apostolado en el Regnum Christi, con
entusiasmo y entrega total, porque ya has resucitado y sé que mi misión es llevar
esta buena nueva a cuanta persona pongas en mi camino.
« Nada llena tanto la vida como contemplar la figura de Cristo y ver la potencia de
atracción irresistible que ejerce a través de los siglos. Cristo ayer, hoy y siempre.
Cristo el mismo; el Señor de la historia »
( Cristo al centro, n. 524).