EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 11,45-57.
Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María
creyeron en él.
Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: "¿Qué
hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos.
Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán
nuestro Lugar santo y nuestra nación".
Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: "Ustedes no
comprenden nada.
¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca
la nación entera?".
No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a
morir por la nación,
y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos
de Dios que estaban dispersos.
A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús.
Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región
próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí permaneció con sus
discípulos.
Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a
Jerusalén para purificarse.
Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: "¿Qué les parece, vendrá a
la fiesta o no?".
Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno conocía el
lugar donde él se encontraba, lo hiciera saber para detenerlo.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Roberto Belarmino (1542-1621), jesuita, obispo y doctor de la Iglesia
Subida del alma hacia Dios.
"A partir de entonces, decidieron darle muerte"
Señor, todo esto que tu nos enseñas puede parecernos muy difícil, demasiado
pesado, si tu hubieras hablado desde otra tribuna; pero desde que nos enseñas más
por el ejemplo que por palabra, Tú que eres "Señor y Maestro" (Jn 13,14), ¿cómo
nos atreveremos a decir lo contrario, nosotros que somos los siervos y los
aprendices? Lo que dices es perfectamente cierto, lo que ordenas perfectamente
justo. Esta Cruz desde donde hablas da testimonio. Esta sangre fluyendo también da
testimonio; Gritó con todas sus fuerzas (Gn 4.10). Y, finalmente, incluso la muerte:
si ha podido rasgar el velo del templo a distancia y la separación de las piedras más
consistentes (Mt 27,51), ¿qué no hará por ella misma y más aún por el corazón de
los creyentes?...
Señor, queremos devolverte amor por amor; y si el deseo de seguirte no
procede todavía de nuestro amor por ti, porque es muy débil, por lo menos que
nuestro amor provenga de tu amor. Si nos atraes hacia ti, "nosotros correremos tras
el olor de tus perfumes" (Ct 1,4 LXX): Nosotros no deseamos solamente amarte, te
seguimos, y estamos decididos a despreciar este mundo... puesto que vemos que
Tú, nuestro líder, no te has dejado capturar por los placeres de esta vida. Te hemos
visto enfrentar la muerte, no en una cama, sino sobre el madero de ajusticiado; y
aunque eres rey, no quisiste tener otro trono que este patíbulo... Atraídos por tu
ejemplo de rey sabio, rechazamos la llamada de este mundo y sus lujos, y tomando
tu cruz sobre nuestros hombros, proponemos seguirte, sólo a Ti...Danos la ayuda
necesaria; Haz que seamos lo suficientemente fuertes para seguirte.
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”