Domingo de Ramos, Ciclo A
Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«Aclamamos a Cristo como Rey; nos sentimos redimidos por su entrega
como siervo»
I. LA PALABRA DE DIOS
Procesión de Ramos: Mt 21,1-11:: «Bendito el que viene en nombre del
Señor»
Misa: Is 50,4-7: «No oculté el rostro a insultos... y sé que no quedaré
avergonzado»
Sal 21,8-9.17-20.23-24: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?»
Flp 2,6-11: «Se rebajó a sí mismo; por eso Dios lo levantó sobre todo»
Mt 26,14-27,66: «Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu»
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
El relato de la Pasión destaca el vaciamiento total que arranca del poema del siervo
en Isaías. Los colores que subraya S. Mateo (miedo o desengaño en los apóstoles;
abandono del Padre, absoluta soledad) es la carga de la humanidad asumida por
Cristo, que, desde la Cruz, reina como Señor de todo.
Típico de S. Mateo es llamar a Cristo repetidas veces con el título de «manso»;
«manso y humilde» (11,29); o recoger aquella Bienaventuranza: «los mansos que
poseerán la tierra». Pues con esta actitud, propia del Siervo, «que no abrió su
boca», llegará a la cruz.
III. SITUACIÓN HUMANA
Hoy suele apoyarse más la dignidad humana en el prestigio, «status» social,
situación económica, etc., que en los valores profundos que la persona pueda
albergar en su interior. La sociedad reconoce mejor como líderes a los que triunfan
que a los que piensan.
Otra idea que recorre hoy muchos pensamientos, especialmente entre los jóvenes
es la del mínimo esfuerzo. Difícilmente hoy puede entenderse un lenguaje que
hable de sacrificio, de renuncia, etc.
IV. LA FE DE LA IGLESIA
La fe
– Entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén: "Es aclamado como hijo de David, el
que trae la salvación («Hosanna» quiere decir «¡sálvanos!», «¡Dános la
salvación!»). Pues bien, el «Rey de la Gloria» (Sal 24,7-10) entra en su ciudad
«montado en un asno» (Za 9,9): no conquista a la hija de Sión, figura de su
Iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio
de la Verdad» "(559; cf 560, 570).
– La muerte redentora de Cristo en el designio de salvación: 599-603.
– Dios entrega a su Hijo por nuestros pecados: 604. 605.
La respuesta
– El camino cristiano pasa por la Cruz: «El camino de la perfección pasa por la cruz.
No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual. El progreso espiritual implica
la ascesis y la mortificación que conducen gradualmente a vivir en la paz y el gozo
de las bienaventuranzas» (2015).
– Necesidad de la humildad para la oración: 2559.
– Humilde adoración: 2628.
El testimonio cristiano
– «La Iglesia que no cesa de contemplar el misterio de Cristo, sabe con toda la
certeza de la fe que la Redención llevada a cabo por medio de la Cruz, ha vuelto a
dar definitivamente al hombre la dignidad y el sentido de su existencia en el
mundo, sentido que había perdido en gran medida a causa del pecado. Por esta
razón la Redención se ha cumplido en el Misterio Pascual que a través de la Cruz y
la Muerte conduce a la Resurrección» (Juan Pablo II, RH, 1).
– El que asciende no deja nunca de ir de comienzo en comienzo, mediante
comienzos que no tienen fin. Jamás el que asciende deja de desear lo que ya
conoce (San Gregorio de Nisa, hom. in Cat. 8)» (2015).
«Ibas como va el sol a un ocaso de gloria/ cantaban ya tu muerte al cantar tu
victoria./ Pero Tú eres el Rey, Señor, el Dios fuerte/ la Vida que renace del fondo de
la muerte». (Del Himno de la Procesión de Ramos)