Conocer a Cristo significa ser sus testigos.
28/04/201
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban
reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo
habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:
«La paz esté con ustedes». Ellos desconcertados y llenos de temor, creían ver un
fantasma. Pero Él les dijo: «No teman; soy Yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué
surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy Yo en persona.
Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que
tengo Yo». Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer
de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?». Le
ofrecieron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y se puso a comer delante de
ellos.
Después les dijo: «Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba Yo, cuando
aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí
en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos».
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les
dijo: «Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los
muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las
naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el
perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto».
Oración preparatoria
Señor Jesús, sólo quien está convencido de ser conocido personalmente por Ti,
puede conocerte; y sólo quien tiene la seguridad de conocerte se sabe también
conocido por Ti, por eso vengo hoy con mucha fe y esperanza a tener un encuentro
contigo en esta oración.
Petición
Dios mío, te pido la gracia de no tener miedo de ser testigo de tu amor. Enciende
mi deseo de construir mi vida siguiendo a Cristo, con la fuerza y la luz de tu Espíritu
Santo.
Meditación
«Si nos fijamos en el contexto del capítulo, ‘todo esto’ significa ante todo la cruz y
la resurrección (…) ¿Cómo podemos nosotros ser testigos de ‘todo esto’? Sólo
podemos ser testigos conociendo a Cristo y, conociendo a Cristo, conociendo
también a Dios. Pero conocer a Cristo implica ciertamente una dimensión intelectual
—aprender cuanto conocemos de Cristo— pero siempre es mucho más que un
proceso intelectual: es un proceso existencial, es un proceso de la apertura de mi
yo, de mi transformación por la presencia y la fuerza de Cristo, y así también es un
proceso de apertura a todos los demás que deben ser cuerpo de Cristo. De este
modo, es evidente que conocer a Cristo, como proceso intelectual y sobre todo
existencial, es un proceso que nos hace testigos. En otras palabras, sólo podemos
ser testigos si a Cristo lo conocemos de primera mano y no solamente por otros, en
nuestra propia vida, por nuestro encuentro personal con Cristo. Encontrándonos
con Él realmente en nuestra vida de fe nos convertimos en testigos y así podemos
contribuir a la novedad del mundo, a la vida eterna» (Benedicto XVI, 20 de enero
de 2010).
Reflexión apostólica
«Procuren hacer de su vida familiar una verdadera «Iglesia doméstica», una
escuela de evangelización de cristianos íntegros, en la que los hijos aprendan a
amar a Dios, a asimilar y vivir sus leyes, a ver la vida con ojos de bondad y de
esperanza, a valorar al prójimo, y a encarnar los verdaderos valores humanos y
cristianos. Cultiven para ello la oración y la vida sacramental en familia, siendo
testigos ante los demás de la propia fe» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 284).
Propósito
Reunir a un grupo de amigos para realizar un apostolado o alguna obra social en la
que demos testimonio de Cristo.
Diálogo con Cristo
Padre mío, el plan que tienes para mi vida no se podrá llevar a cabo sin mi
colaboración, empeño y fidelidad. Con mi entrega, por amor a Ti y a los demás, es
como podré construir mi eternidad y podré ayudar a otros a encontrar el sentido de
su vida. ¡Gracias Señor por invitarme a ser un apóstol de tu Iglesia en el
Movimiento Regnum Christi! ¡Cuenta conmigo!
« Para lograr una voluntad sólida alimenta tu inteligencia con los grandes ideales de
un apóstol: Cristo, las almas, la Iglesia, la extensión del Reino de Cristo y
refréscalos con mucha frecuencia; que ellos sean los que guíen tu vida y no los
sentimientos »
( Cristo al centro, n. 1174)