Señor estamos en tus manos. Ven e nuestra ayuda. Muchos en medio de la violencia
para hacerla o para sufrirla. Otros aplaudiendo la muerte de otros. Muchos llorando la
muerte de un ser querido. El mundo al revés. Pero tu Señor se le presenta a Santiago, luego
a los demás apóstoles, y les haces una pregunta: ¿Tanto tiempo contigo, con ustedes y no
me conoces? Pues, eso mismo nos pasa a nosotros. Vamos a misa, recibimos los de más
sacramentos, sabemos que existe Dios, vimos por televisión la beatificación del Papa Amigo
y seguimos tan fríos y alejados…
Todo, porque nuestra vida nos han sido tocadas por el pregón, por el anuncio
gozoso de un Dios del amor. De un amor que lo puede cambiar todo y a todos.
Ese amor es el Padre Dios que desde Jesús, su amor infinito, nos indica cuál es el
camino. De ahí que nuestros campesinos en este día vistan la cruz y la colocan en un altar
para simbolizar la fiesta de frutos, de colores en sus flores y el verdor de sus campos para
alabar y bendecir a Dios.
Esa cruz adornada nos habla de agradecimiento, de encuentro con la naturaleza que
se defiende y se cuida. De una naturaleza que nos habla de Dios y para Dios todo es
importante.
Gracias Señor, tu bondad es infinita y tu amor misericordioso. Permite que en este
día nos vistamos del mejor color de la cruz de tu sacrificio en el amor por todos.
La irresponsabilidad ecológica es, en el fondo, un problema moral, basado en un error
antropológico, que se produce cuando el ser humano se olvida de que su capacidad para
transformar el mundo debe siempre respetar el plan divino.
(Juan Pablo II)
mrivassnchez@gmail.com
La Pascua es el regalo del amor de Dios. Disfrútala y comunícala.
Martes 03 de Mayo de 2011
San Felipe y Santiago apóstoles
1Corintios 15,1-8 El Señor se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles
Salmo responsorial: 18 A toda la tierra alcanza su pregón
Juan 14,6-14 Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?
En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al
Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo
conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos a] Padre y nos basta." Jesús
le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha
visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El
Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en
mí.. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo
haré."