La Pascua es el regalo del amor de Dios. Disfrútala y comunícala.
Miércoles 04 de Mayo de 2011
Hechos 5,17-26 Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al
pueblo
Salmo responsorial: 33 Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Juan 3,16-21 Dios mandó su Hijo para que el mundo se salve por él
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los
que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el
nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los
hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra
perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están
hechas según Dios.
El amor de Dios no es que sea grande, sino que siempre está ahí, jamás se
esconde. Nunca se va. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para
que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. El tema
del amor domina todo el Antiguo Testamento desde el momento en que hizo Dios,
su alianza con Moisés hasta el Nuevo Testamento cuando Jesús promete ese amor
jurado desde la cruz del calvario.
Ese amor requiere de un compromiso muy serio. Pues nada es regalado
donde a nadie le cuesta lo hacemos fiesta. El juicio consiste en esto: que la luz vino
al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran
malas. Hay que caminar en la verdad de la luz. Una luz que se impone por la fuerza
del amor. Una imposición alegre, dinámica, es decir, que va de camino con
nosotros. Sin dejar a nadie fuera. Todos reciben la luz.
"Pidamos juntos a Dios, rico de misericordia y de perdón, que apague los
sentimientos de odio en el ánimo de las poblaciones, que haga cesar el
horror del terrorismo y guíe los pasos de los responsables de las
naciones por el camino de la comprensión recíproca, de la solidaridad y
la reconciliación".
(Juan Pablo II)
mrivassnchez@gmail.com