Lunes 02 de Mayo de 2011
Lunes 2ª semana de Pascua 2011
Hechos 4,23-31
En aquellos días, puestos en libertad, Pedro y Juan volvieron al grupo de los
suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. Al
oírlo, todos juntos invocaron a Dios en voz alta: "Señor, tú hiciste el cielo, la tierra,
el mar y todo lo que contienen; tú inspiraste a tu siervo, nuestro padre David, para
que dijera: "¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso?
Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su
Mesías." Así fue: en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y
el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu Ungido, para realizar cuanto tu
poder y tu voluntad habían determinado. Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan,
y da a tus siervos valentía para anunciar tu palabra; mientras tu brazo realiza
curaciones, signos y prodigios, por el nombre de tu santo siervo Jesús."
Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos, los llenó a
todos el Espíritu Santo, y anunciaban con valentía la palabra de Dios.
Salmo responsorial: 2
R/Dichosos los que se refugian en ti, Señor.
¿Por qué se amotinan las naciones, / y los pueblos planean un fracaso? / Se
alían los reyes de la tierra, / los príncipes conspiran / contra el Señor y contra su
Mesías: / "Rompamos sus coyundas, / sacudamos su yugo". R.
El que habita en el cielo sonríe, / el Señor se burla de ellos. / Luego les habla
con ira, / los espanta con su cólera: / "Yo mismo he establecido a mi rey / en Sión,
mi monte santo." R.
Voy a proclamar el decreto del Señor; / él me ha dicho: / "Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy. / Pídemelo: te daré en herencia las naciones, / en
posesión, los confines de la tierra: / los gobernarás con cetro de hierro, / los
quebrarás como jarro de loza." R.
Juan 3,1-8
Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de
noche y le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro;
porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le
contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios."
Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso
puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?" Jesús le
contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en
el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es
espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el
viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde
va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu."
COMENTARIOS
La Resurrección de Jesús pone en entredicho el orden de cosas, el status quo
vigente, haciéndolo tambalear y haciendo renacer un nuevo ser humano, y por
ende un nuevo orden. He aquí el gran desafío para el cristiano, porque es
precisamente a través de personas abiertas a ese influjo como opera la fuerza
renovadora de la resurrección.
A eso apunta el diálogo entre Jesús y Nicodemo. Si no hay disposición
personal para permitir esa fuerza renovadora, y si no hay interés por ponerse al
servicio de esa re-creación, el acontecimiento de la Resurrección no tiene efectos
concretos. Es muy significativa la aclaracin que hace el evangelista: “Es de noche”,
y también la calidad del personaje: Es un personaje principal de Israel; a lo largo
del diálogo, Jesús afirma “tú eres maestro de Israel…”. La noche es en el evangelio
de Juan, símbolo de oscuridad. Y bien, Nicodemo, aunque es Maestro, no ve con
claridad el camino y por eso recurre a Jesús; él está convencido de que Jesús puede
iluminar su camino, pues “si no viniese de parte de Dios, no podría ensear ni hacer
semejantes signos”.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)