XV Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B
P. Félix Jiménez Tutor, escolapio
Escritura:
Amós 7, 12-15; Efesios 1, 3-14; Marcos 6, 7-13
EVANGELIO
En aquel tiempo llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles
autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un
bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen
sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: -Quedaos en la casa donde
entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha,
al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos salieron a
predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos
enfermos y los curaban.
HOMILÍA
Puccini compuso varias óperas famosas. En 1922 cuando está escribiendo Turandot,
se le declaró un cáncer mortal.
Puccini dijo a sus discípulos: "Si yo no termino esta ópera, quiero que ustedes, mis
discípulos, la terminen por mí". Poco después moría.
Sus discípulos pusieron manos a la obra y en 1926 se estrenaba en Milán.
Todo funcionó a la perfección y cuando se llegó al punto donde el maestro había
terminado, el director se paró, se dirigió al público y llorando dijo: "Hasta aquí el
trabajo del maestro". Un gran silencio embargó el teatro. El director cogió la batuta
y entre lágrimas y sonrisas exclamó: "Y aquí comienza el trabajo de sus discípulos".
Jesús comenzó la obra de Dios anunciando el Reino de Dios. Fue el gran predicador
enviado por Dios. Pero su obra, hermanos, aún está por completar. Jesús quiere
que nosotros, sus discípulos, completemos la obra que Él comenzó.
Marcos nos dice cómo han de ser esos discípulos, cómo se han de comportar y
cómo han de vivir.
"Jesús reunió a los Doce y los envió".
Jesús es el que envía.
No iniciativa personal. No por méritos propios.
Los discípulos han aprendido de Jesús. Han tenido intimidad con Él.
Para ser enviado, lo primero es ser de Jesús, no saber cosas de un libro. Ser de,
identificarse con, vivir como.
"De dos en dos".
La predicación y el testimonio es comunitario. Nadie tiene todo el mensaje. El
testimonio individual necesita el apoyo y la corrección de la comunidad para ser
fructífero.
La llamada a evangelizar es para todos.
Amós no es un profesional de la profecía ni está vinculado a un santuario. Es un
individuo normal, pastor y campesino, pero llamado por Dios para dar a conocer a
los suyos la voluntad de Dios.
Todo cristiano tiene que ser un embajador de Cristo.
La iglesia no es un club privado sino un grupo de creyentes llamados a ser testigos,
en el mundo cada día más pagano, de la fe en Cristo y del amor de Dios.
¿Qué es evangelizar?
Dar a conocer a Dios.
Ponerse en el camino de Jesucristo: creer y actuar como Él.
Caminar no solo sino de "dos en dos", en comunidad y comunión.
Necesidad de estar conectados con Cristo y su iglesia.
¿Estilo?
Libre, entusiasta, no negocio personal, sólo el negocio de Jesús.
No con el poder del mundo. Sí con el poder de Jesús.
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Padre Félix Jiménez Tutor, Sch.P