XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.
P. Félix Jiménez Tutor, escolapio
Escritura:
Malaquías 4, 1-2; 2 Tesalonicenses 3, 7-12;
Lucas 21, 5-19
EVANGELIO
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo por la calidad de la
piedra y los exvotos. Jesús les dijo: -Esto que contempláis, llegará un día en que no
quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron: Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que
todo eso está para suceder?
Él contestó: Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi
nombre, diciendo: "el momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis
noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que
ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.
Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes
terremotos, y en diversos países, epidemias y hambre. Habrá también espantos y
grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os
perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer
ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así tendréis ocasión de dar
testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré
palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún
adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os
traicionarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza
perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
HOMILÍA
"Jesús dijo a algunos que admiraban la belleza del templo, vendrá un día en que no
quedará piedra sobre piedra".
El templo de Jerusalén reconstruido en el año 19 AC era el símbolo de la fe y de la
presencia de Dios para el pueblo judío. Profecía escandalosa de Jesús.
Invitación a aceptar la brevedad y fragilidad de las cosas humanas, la vida
incluida.
"¿Cuándo ocurrirá todo esto?"
Fecha de caducidad. Consumir antes de…
Tu vida, el mundo, todo tiene fecha de caducidad. Nada es eterno.
"Miren de no ser engañados, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: el
tiempo está cerca".
Hay predicadores que parecen tener la bola de cristal y nos anuncian cada día el
fin.
Hay iglesias electrónicas que nos bombardean con el tiempo está ya cerca.
Hay sectas y fanáticos cuyo único mensaje es el del mundo se acaba.
"Miren de no ser engañados. No se vayan tras ellos, "nos aconseja el mismo Señor.
Esta palabra es la condena de todos esos visionarios que anuncian lo que no
conocen.
El futuro pertenece sólo a Dios. Y su presencia y sus promesas son nuestros
compañeros en este presente de nuestras vidas.
El primer aviso de Jesús a todos nosotros es "cuidado con los falsos profetas".
Tenemos que vivir nuestra vida día a día, "a cada día le basta su afán", sin
preocuparnos por el cuando.
Jesús no quiere que sus seguidores se zambullan en la fiebre apocalíptica que
obsesiona a tantos predicadores. Jesús no quiere que nos arrojemos en los brazos
de un charlatán de feria que dice tener la solución a tus problemas. Jesús no quiere
que nos dejemos embaucar por los profetas que nos prometen el paraíso en la
tierra.
Sin perder de vista el futuro de Dios, tenemos que enfocar el presente y vivirlo en
el servicio y en el compromiso, en la lucha y en la oración.
"Cuando oigan ruido de guerras y revoluciones no se espanten".
El segundo aviso de Jesús es no tener miedo.
La naturaleza ruge. Los volcanes vomitan sangre. Los huracanes matan. Los
hombres se arman para hacer la guerra…
Y nosotros, aturdidos y mudos, preguntamos: ¿cómo se puede creer en Dios y en
su programa de felicidad ante el azote de tanta desgracia?
¡Qué prueba para la fe!
Abrahán a pesar de todo creyó. Y a pesar de todo la esperanza. Dios es el dueño de
la historia pero hay que saber esperar. El futuro es de Dios y nuestro futuro está en
las manos providentes de Dios.
El Señor nos invita a amar nuestro hoy con sus pequeñas o grandes catástrofes.
El futuro radiante de Dios tiene que iluminar tu catástrofe de hoy.
Reconstruir la vida que Dios nos ha dado.
Mirando a lo que tienes. Mirando a lo que es posible. Mirando lo que puedes hacer.
Reconstruir después de la catástrofe: divorcio, droga, muerte, trabajo, fracaso…
Reconstruir con el baño de sangre que nos hace amigos de Dios y hermano de los
hermanos.
Tres promesas:
Yo les daré palabras…
No perderán un cabello de su cabeza…
Con su aguante ganarán la vida.
La fe no nos ahorra el sufrimiento pero nos da la vida.
La fe no nos ahorra el trabajo pero le da sentido.
La fe no nos dice el cuando pero nos empuja a caminar.
La fe es para hoy.
Para mañana sólo el amor..