Tiempo de vision
La religión del Mercado provoca la irritación de la visión. La competencia se
esmera en presentar los productos de tal forma que, excitando los sentidos,
caigamos en la tentación del consumo. Nuestros ojos están cargados de
imágines, de modas, de novedades comerciales que humillan y rebajan nuestra
dignidad y la reducen a la esclavitud.
Las lecturas hoy, nos proponen un tiempo novedoso de visión: Simplemente,
ver a Jesús. Es el testimonio de Juan. Él confiesa que “ no lo conocía ”. En un
descubrimiento paulatino, llega a la afirmacin categrica: “ Eh ahí al cordero ”.
Toda la tradición bíblica proclama esta visión: El justo Abel ya lo ofrecía, la
Pascua judía lo consagra y en la última Cena, se desvela el misterio: Jesús que
quita el pecado del mundo.
Pero Juan tenía un signo que le ayudaría en su encuentro con Jesús: “Aquel
sobre quien veas que baja el Espíritu…ése es…”. Para ver a Jesús necesitamos
posesionarnos del Espíritu. Dejarnos guiar por Él. Sólo en el Espíritu podemos
decir: “ Jesús es el Señor ”. Y se abrirán así nuestros ojos y proclamaremos a
voz en cuello: „Es el Seor‟.
La visin va condicionada a la luz. Isaías nos consagra para ser “luz de las
naciones”. Es otra manera de ver el mundo, la historia, incluso, la misma
Palabra. Nuestra condición cristiana no nos separa del destino humano, de sus
cruces, de su dolor. El „Cordero‟, Jesús, asume en su totalidad la humanidad
entera en su proyecto de realización plena.
Cochabamba 16.01.11
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com