Comentario al evangelio del Sábado 05 de Febrero del 2011
Queridos amigos y amigas:
Nos encontramos en el preludio de la multiplicación de los panes y peces. El texto desmenuza en
suaves pinceladas la actitud delicada y compasiva de Jesús. En el día de hoy la podemos hacer objeto
de nuestra contemplación y oración.
El encuentro gozoso de los misioneros . El regreso de los apóstoles de su actividad misionera
proporciona la ocasión propicia para el encuentro fraterno y así poder compartir en comunidad sus
experiencias y hacer balance de resultados. Jesús les abre un espacio para la comunicación
fraterna que los enriquezca y los edifique. Podemos adivinar en esa convocatoria un tono gozoso
y festivo por el reencuentro. Son necesarios estos espacios para los misioneros y evangelizadores
de todos los tiempos.
El descanso como premio y necesidad . Junto con la comunicación, necesitaban descansar. Jesús
estaba en todo. En ello se ofrece una muestra más de su corazón humano y compasivo. Su
sensibilidad y solicitud no se volcaron solo sobre pobres y necesitados; también fueron dirigidas
hacia sus discípulos. No los soñaba como un grupo de activistas o de funcionarios, sometidos a un
trabajo apostólico forzada y sin tregua. Los quería como amigos y hermanos que comparten la
vida. Y es lo que no deben olvidar jamás. Descuidar la vida fraterna es poner en riesgo la misión.
Pero lo importante es la misión . Por eso, sin disgustos ni quejas, se rompen los planes previstos,
porque hay cosas que son más importantes. En ciertas ocasiones, el descanso no ostenta el título
de innegociable. Jesús interrumpe el reposo de su grupo al advertir a la multitud que les busca y
que andaba como ovejas sin pastor. Y pasó a la acción: a enseñarles con calma. Sin prisas, con
atención, con solicitud, con esmero,… como hace un buen pastor. Como debemos tratar de hacer
con los que nos necesitan y buscan.
Vuestro amigo y hermano,
Juan Carlos cmf
Juan Carlos Martos cmf