Sábado 12 de Febrero de 2011
Sábado 5ª semana de tiempo ordinario 2011
Génesis 3,9-24
El Señor llamó al hombre: "¿Dónde estás?" Él contestó: "Oí tu ruido en el
jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí." El Señor le
replicó: "¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del
árbol del que te prohibí comer?" Adán respondió: "La mujer que me diste como
compañera me ofreció del fruto, y comí." El Señor dijo a la mujer: "¿Qué es lo
que has hecho?" Ella respondió: "La serpiente me engañó, y comí." El Señor Dios
dijo a la serpiente: "Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y
todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda
tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya;
ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón." A la mujer le dijo:
"Mucho te haré sufrir en tu preñez, parirás hijos con dolor, tendrás ansia de tu
marido, y él te dominará." Al hombre le dijo: "Porque le hiciste caso a tu mujer y
comiste del árbol del que te prohibí comer, maldito el suelo por tu culpa:
comerás de él con fatiga mientras vivas; brotará para ti cardos y espinas, y
comerás hierba del campo. Con sudor de tu frente comerás el pan, hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron; pues eres polvo y al polvo
volverás."
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
El Señor Dios hizo pellizas para el hombre y su mujer, y se las vistió. Y el Señor
Dios dijo: "Mirad, el hombre es ya como uno de nosotros en el conocimiento del
bien y el mal. No vaya a echarle mano al árbol de la vida, coja de él, coma y
viva para siempre." Y el Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén, para que
labrase el suelo de donde lo habían sacado. Echó al hombre, y a oriente del
jardín de Edén colocó a los querubines y la espada llameante que se agitaba,
para cerrar el camino del árbol de la vida.
Salmo responsorial: 89
R/Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Antes que naciesen los montes, / o fuera engendrado el orbe de la tierra,
/ desde siempre y por siempre tú eres Dios. R.
Tú reduces el hombre a polvo, / diciendo: "Retornad, hijos de Adán." / Mil
años en tu presencia / son un ayer, que pasó, / una vela nocturna. R.
Los siembras año por año, / como hierba que se renueva: / que florece y
se renueva por la mañana, / y por la tarde la siegan y se seca. R.
Enséñanos a calcular nuestros años, / para que adquiramos un corazón
sensato. / Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? / Ten compasión de tus siervos. R.
Marcos 8,1-10
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer,
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de esta gente; llevan ya
tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en
ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde
lejos." Le replicaron sus discípulos: "¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en
despoblado, para que se queden satisfechos?" Él les preguntó: "¿Cuántos panes
tenéis?" Ellos contestaron: "Siete." Mandó que la gente se sentara en el suelo,
tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a
sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían
también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran
también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron
llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se
embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
COMENTARIOS
KOINONÍA 2011
La intención de Marcos es presentar el mismo milagro tanto en territorio
judío como en tierras paganas, confirmando así el carácter universal del
Evangelio. Que la acción salvífica de Dios, hecha presente en Jesús, sea un don
para todos significa que Dios comparte con el mundo la realidad humana, por
ello Jesús ofrece una cena en la que ninguno queda excluido, pues las barreras
raciales, sociales y religiosas han sido eliminadas. Ahora el principio que vincula
al ser humano con Dios y con sus hermanos es la misericordia y el servicio
incondicional.
JUAN ALARCÓN, S.J.
(Extracto de SERVICIOS KOINONÍA)