JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Sábado 1 de enero de 2005
1. Iniciamos el nuevo año celebrando la fiesta
de María, Madre de Dios
,
"Theotókos".
La Virgen santísima ofrece al mundo el Mesías, que
es la bendición de Dios
para
todo hombre y para el mundo entero.
En esta bendición se fundan las
felicitaciones
que nos intercambiamos hoy:
deseos de bien
, porque en Cristo
Dios nos ha colmado de todo bien;
deseos de paz
, porque "él es nuestra paz" (
Ef
2, 14).
2. En este marco litúrgico se sitúa la actual
Jornada mundial de la paz,
que
este año tiene por tema la exhortación del apóstol san Pablo: "No te dejes
vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien" (
Rm
12, 21).
"El mal pasa a través de la libertad humana" (
Mensaje para la Jornada mundial
de la paz de 2005,
n. 2) y lo vencemos cuando la libertad humana, bajo el
impulso de la gracia,
se orienta firmemente al bien,
o sea, en último término,
a
Dios
.
3. Que María, Reina de la paz, nos ayude a todos a construir juntos este bien
fundamental de la convivencia humana. Sólo así el mundo podrá avanzar por el
camino de la justicia y de la solidaridad fraterna.
¡Feliz año nuevo!
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