JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 30 de enero de 2005
1. Hoy la plaza de San Pedro se alegra con la presencia de numerosos
muchachos de la Acción católica, que concluyen el "mes de la paz". Os saludo
con afecto, queridos niños y muchachos de la Acción católica.
En el evangelio de hoy Jesús proclama: "Bienaventurados los que trabajan por la
paz" ( Mt 5, 9). También los pequeños pueden hacerlo. También ellos deben
entrenarse en el diálogo y aprender a "vencer al mal con el bien" (cf. Rm 12,
21), como recordé a todos en el reciente Mensaje para la Jornada mundial de la
paz. Es preciso vencer la injusticia con la justicia, la mentira con la verdad, la
venganza con el perdón y el odio con el amor.
2. Este estilo de vida no se improvisa, sino que requiere educación desde la
infancia. Una educación basada en enseñanzas sabias y, sobre todo, en modelos
válidos en la familia, en la escuela y en todos los ámbitos de la sociedad. Las
parroquias, los oratorios, las asociaciones, los movimientos y los grupos
eclesiales deben transformarse cada vez más en lugares privilegiados de esta
pedagogía de la paz y del amor , donde se aprenda a crecer juntos.
3. Invoquemos a María, Reina de la paz, para que ayude a los jóvenes , que
tanto desean la paz, a convertirse en sus valientes y tenaces constructores .
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