DOMINGO/7/TO/A 20 DE FEBRERO 2011
Levítico 19,1-2.17-18
El Señor habló a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y
diles: "Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de
corazón a tú hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su
pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu
prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.""
Salmo responsorial: 102
R/El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. /
Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata
tu vida de la fosa / y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso, / lento a la ira y rico en
clemencia; / no nos trata como merecen nuestros pecados / ni nos paga según
nuestras culpas. R.
Como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. /
Como un padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles.
R.
1Corintios 3,16-23
Hermanos: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios
habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él;
porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe.
Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a
ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está
escrito: "Él caza a los sabios en su astucia." Y también: "El señor penetra los
pensamientos de los sabios y conoce que son vanos." Así, pues, que nadie se gloríe
en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la
muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de
Dios.
Mateo 5,38-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habéis oído que se dijo:
"Ojo por ojo, diente por diente." Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os
agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al
que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica; dale también la capa; a quien te
requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te
pide prestado, no lo rehuyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu
enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que
os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir
su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis
a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los
publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario?
¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro
Padre celestial es perfecto."
COMENTARIOS
LEVÍTICO. Santo es lo opuesto a profano. Subraya la comunicación y
comunión de alianza entre el Señor y su pueblo. Se manifiesta de modo ejemplar
en la solidaridad que une al sacerdote con su pueblo, pero que todo israelita puede
encarnar siendo solidario con el hermano. Ser santo a la manera de Dios, que es
compasivo y misericordioso, dejar espigar y rebuscar al pobre y al emigrante, no
robar, no explotar al prójimo, pagar el salario justo y a tiempo... no guardar odio,
no ser vengativo ni rencoroso.
EVANGELIO.
Hay una invitación a resistirse a cualquier violencia. Esa es la principal
renuncia que pide el sermón de la montaña. Lo cual no significa pasividad, sino lo
que se ha dado en llamar de manera oportuna “no violencia activa”.
Jesús vence el odio por amor. Sólo Jesús, modelo humano perfecto de
Dios Padre, podía proponer y vivir esta inversión radical de los valores humanos. No
hagáis frente al que os agravia. Un programa de valientes locos que nos
desconcierta, porque es lo contrario de nuestras reacciones espontáneas. Y, por
tanto, ahí tenemos la norma humana del Dios invisible, Jesús, Ley nueva que vive
Él mismo, la que propone a los discípulos y a las muchedumbres.
Jesús, sin embargo, hizo una exégesis clara de lo que esto significa
cuando, en el interrogatorio ante el Sumo Sacerdote, fue abofeteado por uno de los
guardias. Él no puso, entonces, la otra mejilla sin más, sino que se quejó de aquella
violencia . El Maestro afirmó con ello que ante la agresión no cabe reaccionar
agrediendo, alimentando una espiral inacabable, pero tampoco callarse sin más. La
protesta es la reacción precisa frente a la prepotencia. Descubrirles a los
prepotentes la verdad de sus abusos es una buena manera de amarlos.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de SAL TERRAE: HOMILÉTICA)