Comentario al evangelio del Miércoles 23 de Febrero del 2011
Querido amigo/a:
Policarpo significa: el que produce muchos frutos de buenas obras. Este santo , según la tradición, tuvo
el honor de ser discípulo de San Juan Evangelista. Hoy recordamos a este mártir del siglo II que dio su
vida por amor al Señor. Este es el culmen de la fertilidad, darlo absolutamente todo. Y esta semilla
produce sus frutos. Darnos, darnos, producir fruto, ser útiles a los demás, iluminar el entorno en el que
habitamos cada jornada: nuestra casa, el trabajo, las personas que viven con nosotros, con las que nos
cruzamos a diario. Cada día de nuestra vida tenemos ocasión de producir obras buenas, de dar frutos.
De nuevo el libro del Eclesiástico nos invita a saborear el don de la Sabiduría, don del Espíritu Santo
que Dios da a quien se la pide. Sabiduría que instruye, estimula y guía. “Mucha paz tienen los que
aman tus leyes Señor” reza la antífona del salmo que hoy nos propone la liturgia.
“¿Qué más da que no sea de los nuestros si hace el bien?” Jesús reprende el partidismo de sus
discípulos, pues todo aquel que realmente hace el bien y vive en la clave del amor, está muy cerca de
Dios. ¡Cuánto tenemos que aprender en nuestras comunidades, parroquias, congregaciones,
movimientos…, de los conflictos inútiles y desgaste de energías con los que perdemos el tiempo!...
porque estos hicieron, porque aquellos han dicho, porque…, todo fruto de los celos, envidias, deseos de
juzgar y etiquetar… ¡No! Nunca rivalicemos ni excluyamos a aquellos que hacen el bien y que van con
buena intención aunque no sean de los nuestros. Jesús nos invita a sumar, no a restar. No seamos
nosotros los que pongamos freno a la acción del Espíritu que se vale de múltiples hermanos y signos
para realizar la obra de Dios.
Vuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
Juan Lozano, cmf.