EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 16,13-19.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué
dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?". Ellos le respondieron:
"Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los
profetas". "Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?". Tomando la palabra,
Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Y Jesús le dijo:
"Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la
sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te
daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado
en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Concilio Vaticano II
Constitución dogmática sobre la Iglesia « Lumen Gentium » § 22
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia»
Es por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un solo
Colegio Apostólico, de igual modo se unen entre sí el Romano Pontífice, sucesor de
Pedro, y los Obispos sucesores de los Apóstoles. Ya la más antigua disciplina,
conforme a la cual los Obispos establecidos por todo el mundo comunicaban entre sí
y con el Obispo de Roma por el vínculo de la unidad, de la caridad y de la paz, como
también los concilios convocados, para resolver en común las cosas más
importantes después de haber considerado el parecer de muchos, manifiestan la
naturaleza y forma colegial propia del orden episcopal. Forma que claramente
demuestran los concilios ecuménicos que a lo largo de los siglos se han celebrado.
Esto mismo lo muestra también el uso, introducido de antiguo, de llamar a varios
Obispos a tomar parte en el rito de consagración cuando un nuevo elegido ha de ser
elevado al ministerio del sumo sacerdocio. Uno es constituido miembro del cuerpo
episcopal en virtud de la consagra¬ción sacramental y por la comunión jerárquica
con la Cabeza y miembros del Colegio.
El Colegio o cuerpo episcopal, por su parte, no tiene autori¬dad si no se
considera incluido el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como cabeza del mismo,
quedando siempre a salvo el poder primacial de éste, tanto sobre los pastores como
sobre los fieles. Porque el Pontífice Romano tiene en virtud de su cargo de Vicario de
Cristo y Pastor de toda Iglesia potestad plena, suprema y universal sobre la Iglesia,
que puede siempre ejercer libremen¬te. En cambio, el orden de los Obispos, que
sucede en el magis¬terio y en el régimen pastoral al Colegio Apostólico, y en quien
perdura continuamente el cuerpo apostólico, junto con su Cabeza, el Romano
Pontífice, y nunca sin esta Cabeza, es también sujeto de la suprema y plena
potestad sobre la universal Iglesia, potestad que no puede ejercitarse sino con el
consentimiento del Romano Pontífice. El Señor puso tan sólo a Simón como roca y
portador de las llaves de la Iglesia (Mt,16,18-19), y le constituyó Pastor de toda su
grey (cf. Jn, 21,15ss); pero el oficio que dio a Pedro de atar y desatar, consta que lo
dio también al Colegio de los Apóstoles unido con su Cabeza (Mt, 18,18; 28,16-20).
Este Colegio expresa la variedad y universalidad del Pueblo de Dios en cuanto está
compuesto de muchos; y la unidad de la grey de Cristo, en cuanto está agrupado
bajo una sola Cabeza.
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”