“Pues el que os diere un vaso de agua”
Marcos 9, 41-50
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
QUIEN DESEA CAMINAR EN FIDELIDAD AL SEÑOR
Nos quedamos un poco sorprendidos por las palabras fuertes que vibran en los pasajes de
hoy. Se trata de mensajes vigorosos, sin apelación, destinados a concientizar a las
personas y ponerlas ante el carácter trágico del mal. No es raro encontrar una complaciente
connivencia con el mal, cubierta de una pátina de mistificantes justificaciones de este tipo:
«¿Qué tiene de malo?», «Lo hacen todos»..., que rebajan el umbral de la conciencia moral,
de modo que los valores quedan aguados y degradados, y el indiferentismo reina como
soberano.
El sabio de la primera lectura advierte con una serie de prohibiciones que son un grito de
alarma. La vida no es para jugársela: tenemos una sola y no podemos confiar en la «rueda
de recambio» que tiene el automóvil. Es mejor estar avisados sobre las consecuencias de
ciertos comportamientos y decir en voz alta que son caminos sin retorno. Ben Sira no se
limita a gritar: «¡El lobo, el lobo!», porque desarrolla una verdadera educación preventiva:
descubre el engaño de ciertas decisiones y señala, indirectamente, el camino que hemos de
seguir. La riqueza, por ejemplo, no es un baluarte que nos proteja hasta el infinito; por
consiguiente, es mejor no poner en ella una confianza ciega y absoluta.
No es menos severo el discurso de Jesús sobre el escándalo. Podemos practicar una
rebaja en lo que corresponde a la forma (evitar una aplicación literal rigurosa, porque de lo
contrario seríamos fundamentalistas), pero no en lo que se refiere al contenido. El
escándalo es un bloque puesto en el sendero de quien desea caminar en fidelidad al Señor.
Es obligatorio remover las causas del escándalo, aunque cueste un gran empeño. La fatiga
que nos produzca quedará ampliamente recompensada con la vida. Debemos hacer
resonar en nuestra conciencia y hacer rebotar después en toda la sociedad las palabras del
evangelio de hoy. Y también tenemos que levantar la voz para que la vida quede libre de
tantos escándalos que contaminan todos los sectores y resultan ruinosos para los pequeños
que creen y para todos los seres humanos. Un remedio saludable será llevar a cabo una
continua obra de conversión y la capacidad de ser portadores de una ráfaga de aire puro.
ORACION
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, ponga yo amor.
Que donde haya ofensa, ponga yo perdón.
Que donde haya discordia, ponga yo unión.
Que donde haya duda, ponga yo la fe.
Que donde haya error, ponga yo la verdad.
Que donde haya desesperación, ponga yo la esperanza.
Que donde haya tinieblas, ponga yo tu luz.
Que donde haya tristeza, ponga yo la alegría.
Oh Maestro, haz que no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque es dando como se recibe,
es olvidándose como uno se encuentra,
es perdonando como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
(Francisco de Asís).