Tiempo y Eternidad
______________________
José Manuel Otaolaurruchi, L.C.
Edificar sobre roca
La devastación sufrida recientemente en países como Colombia, Venezuela, Brasil y Nueva
Zelanda a causa de las fuertes lluvias nos muestran los estragos que va dejando a su paso el
caudal de agua llevándose por delante puentes, casas o ganado sin poderlo remediar.
Cristo tuvo que haber presenciado algo semejante pues le aconsejó a sus apóstoles cimentar
sus convicciones sobre roca. “ El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se
parece a un hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las
crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa, pero no se cayó, porque
estaba construida sobre roca” (Mt 7,24).
¿Qué significa construir sobre roca?
Significa darle a nuestra actividad una dimensión sobrenatural. El materialista, el escéptico,
el ateo práctico, el indiferente, tarde o temprano queda atrapado en la telaraña del sin
sentido, de la náusea que provoca lo finito, de las decepciones humanas, de la insatisfacción
de los placeres. Por supuesto que la vida es bella, lejos de mí una postura pesimista, pero
quien no se eleva a la dimensión espiritual, sucumbe tarde o temprano en el vacío y en la
angustia.
Hoy en día vemos que todo cambia, todo caduca, que todo parece tan relativo, necesitamos
certezas, hitos, mojones inamovibles sobre los cuales orientar nuestra existencia. Cristo con
su resurrección abre una ventana a la eternidad y nos muestra cuá l es el camino que hemos
de recorrer. San Pablo lo entendió muy bien y por eso exclamó: “Si Cristo no resucitó, vana
es nuestra fe” (I Cor. 15,17) y con lógica aristotélica concluye que sin la certeza de la
existencia de Cristo, verdadero Dios, “comamos y bebamos que maana moriremos”.
En unas misiones en la vereda de “El Golpe y Morito”, subi el caudal del río Cauca hasta
cubrir las casas y los caminos. Lo impresionante fue que sólo quedó una casa de adobe en
pie donde vivía una anciana ciega, indefensa totalmente. Escuchaba el estruendo del río que
pasaba por los costados de la casa y rezaba así: “Jesús, ¿a dnde vamos a parar?” Pasado el
peligro llegaron los rescatistas y se dieron cuenta que se trataba de una casa construida
sobre la roca de la fe.
Edificar la vida sobre roca significa poner una base humana sólida a la vida espiritual.
“Primero el hombre y luego el santo”. No basta con querer ser bueno, hay que tener la
fuerza para serlo. La formación de la voluntad, el dominio de sí mismo, los pequeños
sacrificios, el ejercicio de la paciencia y la extensa gama de las virtudes humanas nos
ayudan a lograr ese dominio de sí tan importante para ser virtuoso.
twitter.com/jmotaolaurruchi