“El que hace la voluntad de mi Padre”
Mt 7, 21-27
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
LA ENSEÑANZA EVANGÉLICA, NOS PROPORCIONA LA LUZ
Las lecturas de este domingo nos brindan la ocasión de reflexionar sobre la relación entre
conocimiento y amor, entre fe y vida. Una experiencia religiosa auténtica combina siempre
estos elementos. Es verdad que no se puede pretender amar a una persona si antes no se
conoce a la persona con la cual se quiere establecer una relación vital. Ni tampoco puede
decirse que se conoce a una persona si no se la ama. Todo esto es enteramente válido en
nuestras relaciones con Dios. Hay que desconfiar de una concepción intelectualista de la fe,
donde baste con entender y decir, y no se pase de ahí; como también hay que evitar el polo
opuesto: entender la fe sólo experiencial y empíricamente, reducida a sentimientos y gestos
devocionales.
La Palabra de Dios, especialmente la enseñanza evangélica, nos proporciona la luz
necesaria y nos abre el camino justo. Estamos en una situación privilegiada: todo cuanto
necesitamos conocer de Dios nos lo ha hecho llegar; se nos ha revelado y nos pide que le
amemos no sólo con palabras, sino con la vida; no con miedo, sino con agradecimiento .
ORACION
Hágase tu voluntad, Señor, siempre y en todo lugar, aun cuando mis deseos no coincidan
con tus pensamientos. Enséñame a querer lo que tú quieres, a entrar en tus proyectos, a
compartir tus opciones. Haz, Señor, que tus deseos los acoja y los ame.
Hágase tu voluntad, Señor, porque sólo en ella encuentro la paz y la plenitud de la vida.
Enséñame a preferir siempre la luz a las tinieblas, el bien al mal, la gracia al pecado. Haz,
Señor, que mis elecciones sean conformes a lo que esperas.
Hágase tu voluntad, Señor, mientras viva en este valle de lágrimas esperando reunirme
contigo. Enséñame a no perder nunca de vista la meta, a no dejarme embauc ar por los
falsos maestros. Haz, Señor, que vaya a tu encuentro y contemple para siempre tu rostro.