EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 16,12-15.
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender
ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque
no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá
sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo
anunciará a ustedes'.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Gregorio de Nacianceno (330-390), obispo y doctor de la Iglesia
Discurso 31, 25-27; PG 36, 159
«Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hacia la verdad
plena»
A lo largo de los siglos, dos grandes revoluciones han conmovido la tierra; los
llamados dos Testamentos: uno ha hecho pasar a los hombres de la idolatría a la
Ley; el otro, de la Ley al Evangelio. Un tercer cambio se prevee: aquel que, de aquí
abajo, nos llevará a lo alto donde no hay movimiento ni agitación. Ahora bien, estos
dos Testamentos tienen el mismo carácter...: no lo han transformado todo
rápidamente desde el primer impulso de su creación...para no hacer las cosas con
violencia sino con persuasión. Porque aquello que es impuesto por la fuerza, no es
perdurable.
El Antiguo Testamento ha manifestado claramente al Padre, oscuramente al
Hijo. El Nuevo Testamento ha revelado al Hijo e insinuado la divinidad del Espíritu.
Hoy el Espíritu vive entre nosotros, y se hace ver con claridad. Hubiera sido
peligroso dar a conocer abiertamente al Hijo cuando la divinidad del Padre no era
reconocida, y, cuando la divinidad del Hijo no era admitida, imponer...la del Espíritu
Santo. Se podría temer que, como los responsables de demasiada comida o como
los que miran el sol con los ojos todavía débiles, los creyentes pueden perder la
fuerza que tenían para soportar. El esplendor de la Trinidad debe, entonces,
iluminar progresivamente o como dice David, «poco a poco»(Sal 83,6) y por una
progresión de gloria en gloria ...
Todavía quiero hacer esta consideración: El Salvador sabía que ciertas cosas
sus discípulos no las podían llevar por ahora, a pesar de la enseñanza que habían
recibido. Por la razón que he dicho más arriba, mantenía cosas ocultas. Y Él les
repetía que el Espíritu, después de su venida, se lo enseñaría todo.
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