EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Viernes de la VI Semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 18,9-18.
Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: "No temas. Sigue predicando y no
te calles.
Yo estoy contigo. Nadie pondrá la mano sobre ti para dañarte, porque en esta
ciudad hay un pueblo numeroso que me está reservado".
Pablo se radicó allí un año y medio, enseñando la Palabra de Dios.
Durante el gobierno del procónsul Galión en Acaya, los judíos se confabularon
contra Pablo y lo condujeron ante el tribunal,
diciendo: "Este hombre induce a la gente a que adore a Dios de una manera
contraria a la Ley".
Pablo estaba por hablar, cuando Galión dijo a los judíos: "Si se tratara de algún
crimen o de algún delito grave, sería razonable que los atendiera.
Pero tratándose de discusiones sobre palabras y nombres, y sobre la Ley judía, el
asunto les concierne a ustedes; yo no quiero ser juez en estas cosas".
Y los hizo salir del tribunal.
Entonces todos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon
ante el tribunal. Pero a Galión todo esto lo tuvo sin cuidado.
Pablo permaneció todavía un cierto tiempo en Corinto. Después se despidió de sus
hermanos y se embarcó hacia Siria en compañía de Priscila y de Aquila. En
Cencreas, a raíz de un voto que había hecho, se hizo cortar el cabello.
Evangelio según San Juan 16,20-23a.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se
alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero
cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha
venido un hombre al mundo.
También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una
alegría que nadie les podrá quitar.
Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre,
él se lo concederá en mi Nombre.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Juan Crisóstomo (v. 345-407), sacerdote de Antioquía, después obispo de
Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía 1 sobre la 1ª carta a los Tesalonicenses
«Ahora estáis tristes, pero volveré..., y vuestra alegría, nadie os la
quitará»
"Habéis llegado a ser imitadores del divino Maestro", dijo Pablo. ¿Cómo es
esto? "Acogiendo la Palabra en las pruebas, con la alegría del Espíritu Santo" (1Tm
1,6). No solamente en las pruebas sino en medio de las pruebas entre incontables
sufrimientos. Se puede ver en los Hechos de los Apóstoles. Vemos cómo surgió la
persecución contra ellos, cómo sus enemigos los denunciaron a los magistrados y
soliviantaron la ciudad. Estaban en la prueba, y no se puede decir que
permanecieron fieles con tristeza, lamentándose; No, ellos estaban muy alegres.
Los Apóstoles les habían dado el ejemplo: "estaban contentos de haber merecido
aquel ultraje por el nombre de Cristo" (Hch. 5,41 ).
¡Es realmente admirable! Ya es mucho, sufrir la prueba con paciencia; pero
con alegría, es mostrarse superior a la naturaleza humana y no tener más, por así
decirlo, que un cuerpo impasible. Pero, ¿cómo han sido imitadores de Cristo? En
aquello que Él mismo sufrió sin quejarse, con alegría; porque voluntariamente
aceptó las pruebas. Por nosotros se anonadó, escupido en la frente, agonizando en
la Cruz, apeló a su gloria: "Padre, dijo, glorifícame" (Jn 17,5).
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”