Dios comunión
Si Dios es un ser que habita la soledad, la inmensidad, la lejanía, entonces
es un Dios sujeto a manipulaciones, intimismos, distorsiones teológicas,
espirituales, pastorales. Un Dios así ¡valga mi estupor! es el Dios que
rechazan lo ateos y que no cabe en el corazón de los verdaderos creyentes.
Es el dios maniquí. O si quieren, robot.
Dios es comunión. Sólo así vale la pena creer, amar, esperar. Si Dios es
comunión es varios y diferente. Varios no en número, sino en personas. La
comunión se hace en el amor y en el conocimiento. En el Dios trinitario se
da una corriente a caudales de amor y conocimiento mutuo entre las tres
Personas que logra la consumación total en comunión: Un solo Dios.
Pablo nos invita hoy a tener un mismo sentir. Eso es comunión. La
comunión se funde en el corazón, allí está su fuente, su raíz. Pero acepta
ritmos diferentes, dimensiones plurales, dones diversificados según la
capacidad de entrega, pero siempre en la misma dirección: La construcción
de la comunidad. También Dios es comunidad.
La comunión toma distancia de la uniformidad niveladora, del orden
institucional, de la organización planificada a ultranza. Nace del amor. “ Y el
Dios del amor esté con ustedes ”, reza la segunda lectura. El evangelio nos
devela el amor infinito del Padre al darnos a su único Hijo. Y es el Espíritu
quien va entretejiendo en los arrabales de la historia, los secretos amorosos
de un Dios compasivo que camino entre nosotros.
Cochabamba 19.06.11
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com