Podemos ver, escuchar y tocar a Jesús.
05/06/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el
que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos
titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el Cielo
y en la Tierra. Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolas a cumplir todo
cuanto Yo les he mandado; y sepan que Yo estaré con ustedes todos los días, hasta
el fin del mundo. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Jesucristo, con tu ascensión al cielo pusiste fin a tu presencia visible en la tierra,
pero para permanecer de modo diverso en la Eucaristía y entre nosotros. Ayúdame
a orar convencido de que Tú estás conmigo.
Petición
Señor, dame la gracia de de vivir unido permanentemente a Ti.
Meditación
«Hoy, en Italia y en otros países, se celebra la Ascensión de Jesús al Cielo, que
tuvo lugar cuarenta días después de Pascua. […] En la liturgia, se narra el episodio
del último momento del Señor Jesús con sus discípulos; pero no se trata de un
abandono, pues Él se queda para siempre con ellos, con nosotros, de una forma
nueva […] El Seor atrae la mirada de los apstoles, y la nuestra, hacia el cielo
para indicar cómo hay que recorrer el camino del bien durante la vida terrena. Sin
embargo, Él permanece en la trama de la historia humana, está junto a cada uno
de nosotros y guía nuestro camino cristiano: es compañero de los perseguidos a
causa de la fe; está en el corazón de quienes son marginados; está presente en
aquellos a los que se les niega el derecho a la vida. Podemos escuchar, ver y tocar
al Señor Jesús en la Iglesia, especialmente a través de la Palabra y de los
sacramentos. […] Queridos hermanos y hermanas: el Seor, al abrirnos el camino
al cielo, nos permite experimentar ya en esta tierra la vida divina» (Benedicto XVI,
16 de mayo, 2010).
Reflexión apostólica
«El cristiano que ama a la Iglesia siente, como Ella, la urgencia de cumplir el
mandato de Jesucristo: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda
la creacin”. Lleva en el pecho encendido un fuego: la pasin de anunciar a Cristo,
de dar a conocer a los hombres su amor redentor, de convencerles de la fuerza
transformadora del Evangelio, de contagiarles de esa misma pasión que arde en su
corazn. No se contenta con ser un “buen cristiano”. Es un apstol comprometido
en la tarea nunca acabada de la evangelización» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 155).
Propósito
Fomentar la vida Eucarística, visitando a Jesús con frecuencia.
Diálogo con Cristo
Señor, llena de gratitud y de alegría mi corazón por la gloriosa ascensión de tu Hijo.
Dame la generosidad para responder a tu mandato misionero porque hay muchas
personas que aún no reciben o no saben el gran don de su bautismo. Ayúdame a no
contentarme con ser bueno, sino a vivir en una constante preocupación por las
necesidades de los demás, porque sólo cumpliendo mi misión podré llegar a donde
llegó Jesucristo.
«"Id al mundo entero”: es el último mandato de Cristo antes de subir
definitivamente a su gloria. Es tarea nuestra, hermosa tarea, que debemos
desarrollar con la misma intensidad, ansia y amor de Jesucristo.»
( Cristo al centro , n.1964).