E L A DVIENTO ES LA ESPERA DE LA LUMINOSA LLEGADA DEL M ESÍAS , REVESTIDO DE N IÑO
(Domingo I – TA – Ciclo B – 2008)
La Santa Madre Iglesia nos introduce en un nuevo año litúrgico, por medio del Tiempo
de Adviento.
¿Qué es el Adviento en cuanto tiempo litúrgico?
Muchas veces los cristianos tomamos al Adviento sólo como un tiempo fijo del
calendario, que sirve para la preparación psicológica para la Navidad 1 .
Según esta manera de ver el Adviento, la Iglesia fijaría un tiempo en que se produciría
la adaptación psicológica necesaria y la preparación espiritual necesarias para celebrar la
festividad de la Navidad -fiesta por otro lado fuertemente desacralizada y secularizada e
incluso hasta paganizada por los mismos cristianos 2 .
¿Es el Adviento sólo es to, un tiempo para que nos preparemos mental y
espiritualmente para celebrar con piedad y devoción la Navidad?
El Adviento, en cuanto tiempo litúrgico, es mucho más que esto: es parte del misterio
de Cristo; es decir, e l Adviento, en cuanto tiempo litúrgi co, tiene una dimensión mistérica,
dimensión que nunca debemos dejar de lado, porque es el núcleo de nuestra fe.
¿Qué es entonces el Adviento? Cuando nos preguntamos por el Adviento, no podemos
dejar de reconocer que hay sí , en este tiempo litúrgico, una preparación psicológica y
espiritual, mediante la cual nos aprestamos a celebrar, con espíritu cristiano y de devoción, la
fiesta de la Navidad.
Pero si reducimos a la esfera psicológica el tiempo de Adviento, reducimos a la nada el
misterio pascual del Hombre-Dios Jesucristo.
Hemos dicho que el Adviento tiene una dimensión de misterio, pero para tener una
idea más completa acerca de la naturaleza del Adviento, para saber en qué consiste este
tiempo que comenzamos, ayuda mucho el considerar el significado de la palabra “Adviento”,
y también el considerar cómo la usaban los paganos, y cómo la usa la Iglesia.
¿Qué significa “Adviento” en cuanto término?
Ante todo, Adviento es la palabra latina que corresponde al griego “epifanía”, o
también “parusía”, que designan la aparición luminosa de una divinidad que se hace
presencia visible 3 . Por transposición, estas palabras pasaron a indicar el arribo del rey o del
emperador, el cual en la antigüedad era adorado como un dios 4 .
Con esto, ya tenemos una aproximación para saber qué es el Adviento: aparición
luminosa de la divinidad, que de invisible se hace visible, adoración de esta divinidad. Si
“Adviento” para los paganos significaba aparición luminosa de la divinidad, para la Iglesia, la
palabra “Adviento” significa algo más real, verdadero y concreto: es la manifestación
luminosa de Dios Hijo en el Pesebre de Belén, como un Niño humano.
1 Cfr. O DO C ASEL , Presenza del mistero di Cristo , Editrice Queriniana, Brescia 1995, 38.
2 Cfr. ibidem , 38.
3 Cfr. Casel, ibidem , 39.
4 Cfr. ibidem .
La Iglesia nos prepara entonces en el Adviento para esta manifestación luminosa de
Dios, que de ser invisible, pasa a ser visible, en el cuerpo de un Niño humano nacido en
Belén.
Es en esto en lo que consiste la Navidad, en la cual culmina el Adviento: Dios, que es
invisible, que habita en los cielos, “en una luz inaccesible”, se hace visible, viene a habitar en
la tierra, irradiando su luz divina a través del cuerpo del Niño de Belén.
Ahora bien, el otro elemento necesario para aproximarnos al Adviento, es la
consideración del misterio de Cristo, sin lo cual todo el catolicismo que reducido a palabras
vacías.
El misterio que encierra el Adviento y todo el año litúrgico, es la vida de Dios mismo,
que se irradia a través de la Iglesia Católica, por el culto litúrgico, hacia el mundo.
Dios, Uno y Trino, Ser y Vida divinos, se hace Presente con su Ser y con su vida
divinos, en la liturgia sacramental, y es en esto en lo que consiste el misterio de Cristo, que
revela el misterio de Dios: en su Presencia sacramental en la Iglesia, y es para introducirnos
en este misterio divino y eterno, manifestado sacramentalmente, para lo cual la Iglesia nos
prepara en el Adviento.
De esta manera vemos cómo el Adviento es algo más que un tiempo de preparación
psicológica y espiritual para la Navidad: el Adviento, por la liturgia sacramental, es
introducción real y dinámica en el misterio pascual del Hombre-Dios Jesucristo.
El Adviento, así considerado, nos conduce hacia la aparición luminosa de Cristo, Dios
Hijo, revestido del cuerpo de un Niño en Belén; el Adviento es el tiempo en el cual la Iglesia
nos hace contemplar y participar del misterio de Cristo en el momento de su advenimiento
como Dios hecho Niño.
Debido a que el misterio de Cristo es tan grande, puro y sobrenatural, la contemplación
y la participación en ese misterio exigen una preparación igualmente grande y sobrenatural,
acorde con el misterio que se manifiesta.
Es por eso que para adorar a ese Niño Dios en su luminosa aparición como Rey del
Universo en la Navidad, la Iglesia nos pide que purifiquemos el alma por la penitencia, la
oración, el arrepentimiento y la conversión y las buenas obras.
Éste es el sentido y el significado del Adviento: no sólo una preparación mental,
psicológica y espiritual para el tiempo de Navidad, no sólo el obrar para ser más buenos, sino
la espera, en el misterio divino, de la luminosa llegada del Mesías, revestido de Niño.
Padre Álvaro Sánchez Rueda