Viernes 10 de Junio de 2011
Viernes 7ª semana de Pascua 2011
Hechos 25,13-21
En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesarea con Berenice para
cumplimentar a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al rey el
caso de Pablo, diciéndole: "Tengo aquí un preso, que ha dejado Félix; cuando fui a
Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos judíos presentaron acusación contra
él, pidiendo su condena. Les respondí que no es costumbre romana ceder a un
hombre por las buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores,
para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesarea, y yo, sin dar
largas al asunto, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a este
hombre. Pero, cuando los acusadores tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo
grave de los que yo suponía; se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su
religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo,
perdido en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo
juzgase allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para
que decida su majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda
remitirlo al César."
Salmo responsorial: 102
R/El Señor puso en el cielo su trono.
Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. /
Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, / se levanta su bondad sobre sus
fieles; / como dista el oriente del ocaso, / así aleja de nosotros nuestros delitos. R.
El Señor puso en el cielo su trono, / su soberanía gobierna el universo. /
Bendecid al Señor, ángeles suyos, / poderosos ejecutores de sus órdenes. R.
Juan 21,15-19
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos,
dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le
contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis
corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le
contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por
tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro
de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces
todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro:
cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas
viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto
dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:
"Sígueme."
COMENTARIOS
La insistente pregunta que Jesús hace a Pedro, “¿Me quieres?”, tiene
como intención ver hasta qué punto será capaz el discípulo de entregarse por
entero a la misión que se le encargará: Se reafirma a Pedro como pastor, líder por
naturaleza, aunque a veces se equivoque. La comunidad reconoce en él el liderazgo
necesario para llevar a cabo la misión. La triple negación que aparece en los
evangelios sinópticos se coloca en contraste con la triple afirmación y adhesión de
amor de Pedro al Maestro. Son respuestas que afirman, dan seguridad, atestiguan
la adhesión a Jesús y a su proyecto del Reino.
Nosotros, como discípulos de Jesús, tenemos la tarea de dar continuidad a
la misión que un día inició Jesús y sus seguidores.
Juan Alarcón, s.j.
(Extracto de servicios KOINONÍA)