S OBRE LAS TINIEBLAS SE LEVANTA UNA GRAN LUZ ”, UNA LUZ ETERNA , Y ESA
LUZ ETERNA ES J ESÚS E UCARISTÍA , D IOS DE D IOS Y L UZ DE L UZ
(Domingo III – TO – Ciclo A –)
“Sobre el pueblo que habitaba en las tinieblas se levantó una gran
luz” (cfr. Mt 4, 12-23). Cuando hay tinieblas, como por ejemplo, en una
noche cerrada, sin luz de luna y alumbrados con la débil luz de una candela,
poco o nada se puede ver.
En las tinieblas, en la oscuridad, es fácil confundir una sombra con la
realidad, o al revés, la realidad con una sombra. Si algún lugar está muy
oscuro, tan oscuro que no se puede ver casi nada, se puede confundir la
silueta de un árbol con la de una fiera salvaje o, al revés, se puede
confundir a una animal salvaje con una roca. Lo que predomina en las
tinieblas es la confusión, por eso, cuando el profeta Isaías dice que había un
“pueblo que habitaba en tinieblas” se está refiriendo a un pueblo –en este
caso, toda la humanidad- que vive en la confusión.
“Sobre el pueblo que habitaba en las tinieblas se levantó una gran
luz” El profeta Isaías habla de tinieblas, pero el profeta no se refiere a las
tinieblas de la noche: las tinieblas no son las de la noche, sino las del
infierno, y la luz no es la luz del sol, sino la luz de Cristo, que es el Dios Luz
–“Yo soy la luz del mundo”- y el pueblo no es el pueblo de Palestina, sino
toda la humanidad.
Hoy la humanidad vive en tinieblas espirituales, cegada por el humo
del infierno, sobre todo por haber rechazado la luz de Dios, que es Cristo,
como dice el evangelio de Juan: “La luz vino a las tinieblas, y las tinieblas la
rechazaron” 1 . Que la humanidad viva en tinieblas, se ve sobre todo en lo
que Juan Pablo II llama la “cultura de la muerte”, en donde la vida humana,
desde su concepción, hasta su fin, no tiene valor, al aprobarse por ley el
aborto, la eutanasia, la eugenesia; se ven las tinieblas en el desprecio del
hombre por el hombre, en donde el hombre es reemplazado por una
máquina o es simplemente desechado cuando ya no puede producir más.
Se ven las tinieblas en la proliferación de las falsas religiones y en la
proliferación de las sectas, en las que se practican la magia, el ocultismo, la
hechicería.
Hoy la humanidad vive en las tinieblas más oscuras jamás conocidas,
y cuando se vive en tinieblas y se camina al borde del abismo, es muy fácil
caer en ese abismo, y el abismo que se abre para la humanidad en tinieblas
es el abismo del infierno.
Pero sobre las tinieblas “se levanta una gran luz”, una luz eterna, y
esa luz eterna es Jesús Eucaristía, Dios de Dios y Luz de Luz.
Jesús, Hombre-Dios, vivo y resucitado, glorioso en la Eucaristía, en
medio de su Iglesia, es la única esperanza para la humanidad que vive en
tinieblas.
Padre Álvaro Sánchez Rueda
1 Cfr. 1, 5.