Para transformar al mundo con el amor de Dios.
16/06/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les
dijo: «Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer,
porque Yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal
cumplimiento en el Reino de Dios». Luego tomó en sus manos una copa de vino,
pronunció la acción de gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes,
porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el
Reino de Dios».
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se los dio
diciendo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria
mía». Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: «Esta copa
es la nueva alianza, sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes». Palabra
del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, para poder crecer en mi vida eucarística necesito partir del trato
íntimo y personal contigo en la oración. ¡Ven Espíritu Santo! Ilumina y guía mi
meditación.
Petición
Señor, despierta en mí la necesidad de estar un largo rato en conversación contigo.
Meditación
«Las palabras de Jesús en el Cenáculo anticipan su muerte y manifiestan la
conciencia con que la afrontó, transformándola en el don de sí, en el acto de amor
que se entrega totalmente. En la Eucaristía, el Señor se entrega a nosotros con su
cuerpo, su alma y su divinidad, y nosotros llegamos a ser una sola cosa con él y
entre nosotros. Por eso, nuestra respuesta a su amor debe ser concreta, debe
expresarse en una auténtica conversión al amor, en el perdón, en la acogida
recíproca y en la atención a las necesidades de todos. Numerosas y múltiples son
las formas del servicio que podemos prestar al prójimo en la vida diaria, con un
poco de atención. Así, la Eucaristía se transforma en el manantial de la energía
espiritual que renueva nuestra vida de cada día y renueva así también el mundo en
el amor de Cristo.[…] Oremos para que todo cristiano, alimentándose del Cuerpo y
de la Sangre del Señor, crezca cada vez más en el amor a Dios y en el servicio
generoso a los hermanos» (Benedicto XVI, 25 de septiembre de 2005).
Reflexión apostólica
«Esta misión requiere que el corazón de cada miembro se deje inflamar por el
mismo ardor misionero que inflamó la vida de tantos cristianos a lo largo de la
historia de la Iglesia; cristianos que entendieron que la esencia del cristianismo es
el amor, y que el alma del apostolado consiste en comunicar ese amor, vivido y
experimentado en Cristo, sobre todo en la relación con Cristo en la Eucaristía»
(Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 43).
Propósito
Dedicar hoy algunos minutos de adoración ante Cristo Eucaristía.
Diálogo con Cristo
Gracias Jesús por venir a mi encuentro y quedarte en la Eucaristía para darme
gratuitamente tu gracia, y así tener la fuerza y el apoyo a fin de llevar a cabo mi
misión de ser otro Cristo para los demás, sobre todo con mi testimonio en mi vida
personal, familiar, social y profesional, siendo cristiano las veinticuatro horas del
día, y en todas partes.
«Comulguen siempre que les sea posible; visiten con frecuencia a Cristo, el
verdadero Amigo y fiel confidente que les espera en el Sagrario de día y de noche.
No dejen pasar, por pereza o por abandono, esas ocasiones maravillosas de
encontrarse con Cristo»
( Cristo al centro , n. 844).