“He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes”
Lc 22, 14-20
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
CRISTO JESÚS, ES LA NUEVA Y ETERNA ALIANZA ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES
La narración de Lucas, reúne los elementos esenciales de la última Cena de Jesús. La
cena se da en un ambiente escatológico, no es simplemente una cena más con sus
discípulos sino una anticipación del gran banquete escatológico que ofrece la plenitud de
su misterio y comparte la gloria del Padre en el Reino de Dios. Hay todo un camino entre
ese fondo histórico y la tensión hacia el Reino de Dios: “Les dijo: «Con ansia he deseado
comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré
más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» (vv. 15-16). Tendiendo hacia el
Reino, Jesús ofrece a sus discípulos este banquete, recuerdo de su presencia y
anticipación de la cena escatológica, la plenitud de su misterio a través del simbolismo del
pan y de la copa de vino, convertido en su Cuerpo y Sangre, expresión de la nueva alianza
(vv. 19-20). Sobre el pan dice que es su cuerpo que se entrega por vosotros (v.19); la
comida que les ofrece es una presencia que los alimenta, es el pan que forma el cuerpo,
que unifica a los discípulos con Cristo Jesús y con los que creerán en el futuro. Esta nueva
forma de presencia de Jesús entre los suyos por medio de su cuerpo es expresión de
unión comunitaria y escatológica de los hombres conforman la realidad de este misterio.
Sobre la copa dice: “De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la
Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.” (v. 20). Cristo Jesús, es la
nueva y eterna alianza entre Dios y los hombres, establece una comunión para siempre.
Las antiguas alianzas, quedaron obsoletas, sólo Jesús abre el verdadero camino que lleva
al Padre, de ahí que en su persona se centra el misterio de la alianza, por eso la ofrece a
sus discípulos como herencia perpetua. Pero esa alianza es sellada en la sangre, es decir,
a través de la muerte, por eso participar en el cáliz de Jesús es participar de su sacrificio,
haciendo ofrenda de la propia vida por el prójimo. La Eucaristía dominical es aprender a
vivir en el cuerpo de Cristo, es decir, en el sacrificio, banquete y memorial de su pasión,
muerte y resurrección, para crear comunión y servir a Dios y el prójimo. Fr. Julio González
C. OCD
ORACION
Oh Jesús, que has instituido el sacerdocio Para continuar en la tierra la obra divina de
salvar almas; Protege a tus sacerdotes en el refugio de tu Sagrado Corazón. Guarda sin
mancha sus manos consagradas Que diariamente tocan tu sagrado Cuerpo y conserva
puros sus labios Teñidos con tu preciosa Sangre. Haz que se preserven puros sus
corazones Marcados con el sello sublime del sacerdocio, Y no permitas que el espíritu del
mundo Los contamine. Aumenta el numero de tus apóstoles Y que tu santo amor los
proteja de todo peligro Bendice sus trabajos y fatigas Y como fruto de su apostolado
Obtengan la salvación de muchas almas Que sean consuelo aquí en la tierra Y su corona
eterna en el cielo, amen. (Santa Teresita del Niño Jesús)