“Tengan cuidado de los falsos profetas”
Mt 7, 15-20
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
Lectio Divina
EL CORAZÓN CONSTITUYE EL CENTRO PROFUNDO DE NUESTRO SER
Jerónimo nos hace caer en la cuenta de que Jesús nos invita a no detenernos en el
“vestido”, en las apariencias, y a tomar como criterio de valoración de la conducta
humana los “frutos” que produce. Puedo detenerme en la meditación sobre los frutos
que acompañan a la vida del cristiano. Los encuentro en las cartas paulinas (Gal 5,22;
Rom 14,17; Ef 5,9) y los dispongo siguiendo la triple referencia con la que presenta al
ser humano la Escritura , referencia que gravita sobre el corazón, los labios y la mano.
El corazón constituye el centro profundo de nuestro ser; la boca preside la
comunicación, y la mano, verdadera prolongación de la conciencia, preside la acción.
Realizo un enfoque introspectivo, deteniéndome en la meditación sobre los tres centros
de gravedad: Corazón: caridad, magnanimidad, fidelidad, justicia. Boca: alegría,
benevolencia, mansedumbre, verdad. Mano: paz, bondad, dominio de sí mismo, “dedo
de la diestra de Dios”.
ORACION
Señor, soy un sarmiento injertado en ti, árbol de la verdadera vida. De ti me llega el
líquido de la Palabra y de la eucaristía. Sólo en ti puedo dar frutos para la vida eterna.
Concédeme aceptar las podas que el Padre obra en mí, para que pueda fructificar más.