Comentario al evangelio del Sábado 02 de Julio del 2011
Queridos amigos y amigas:
Para los Misioneros Claretianos hoy es un día especial. Nuestro primer nombre es: “Hijos del
Inmaculado Corazón de María”.
Para ambientarnos en el sentido de la liturgia
de hoy os invito a contemplar con calma alguna reproducción iconográfica del Corazón de María. Por
lo general, todas presentan a María con un corazón circundado de llamas. ¿Qué puede significar esto
para nosotros?
Sin interioridad el hombre moderno no descubre quién es. Se limita a intuir para qué sirve, qué le
agrada o le desagrada y cómo puede sobrevivir. Confundirá la felicidad con la satisfacción de sus
apetencias. Convertirá a los otros en objeto de explotación. Sólo en el centro de su ser, en lo que la
Biblia llama “corazón”, se asombrará de su propio misterio. Y barruntará el misterio de ese Dios que
es más íntimo a nosotros que nosotros mismos. Desde el centro de su más profunda identidad, se
convertirá en un defensor de la vida, en un apasionado de todo cuanto es humano.
La propuesta es clara, aunque resulte muy contracultural. Pero, ¿quién nos acompañará en nuestro
viaje hasta el interior? ¿Dónde están los maestros que pueden despertarnos? Juan Pablo II se lo
dijo con mucha claridad a los jóvenes en una de sus visitas a España: “ María es la mejor Maestra
para llegar al conocimiento de la verdad a través de la contemplación ”. Antes, la ha presentado
como Madre cercana, discreta y comprensiva.
El viaje mariano a la interioridad, ¿no se parece a la búsqueda de un refugio intimista, tan deseado por
muchos jóvenes que buscan abrigo en este mundo gélido?
Cuando Juan Pablo II habla de este viaje mariano a la interioridad no les está diciendo a los jóvenes
que escapen de la realidad. Les está diciendo que para ponerse en el camino del servicio, como hizo
María, o para estar junto a la cruz de los sufrientes, es necesario “guardar todo en el corazón”.
Porque sólo desde el corazón podemos entregarnos por entero.
Vuestro hermano en la fe:
Fernando González
Fernando González