Actitud interior que se traduce en vida real
05/07/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 32-38
En aquel tiempo, llevaron ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el
demonio. Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud, maravillada,
decía: «Nunca se había visto nada semejante en Israel». Pero los fariseos decían:
«Expulsa a los demonios por autoridad del príncipe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas,
predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a
las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y
desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha
es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que
envíe trabajadores a sus campos». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, ten compasión de mí porque el agobio del quehacer cotidiano me
impide ver la necesidad que tiene el mundo de conocer tu mensaje de amor. ¡Ven
Espíritu Santo y enciende en mí el fuego de tu amor!
Petición
Padre mío, ayúdame a tomar conciencia de yo puedo hacer la diferencia en la vida
de quienes me rodean y fortalece mi espíritu para que viva mi misión con pasión y
total entrega.
Meditación
«El pasaje evangélico de hoy nos sugiere el estilo de la misión, es decir, la actitud
interior que se traduce en vida real. No puede menos de ser el estilo de Jesús: el
estilo de la "compasión". El evangelista lo pone de relieve atrayendo la atención
hacia el modo como Cristo mira a la muchedumbre: "Al verla, sintió compasión de
ella, porque estaban fatigados y decaídos como ovejas sin pastor" ( Mt 9, 36). Y,
después de la llamada de los Doce, vuelve esta actitud en el mandato que les da de
dirigirse "a las ovejas perdidas de la casa de Israel" ( Mt 10, 6). En esas expresiones
se refleja el amor de Cristo por los hombres, especialmente por los pequeños y los
pobres. La compasión cristiana no tiene nada que ver con el pietismo, con el
asistencialismo. Más bien, es sinónimo de solidaridad, de compartir, y está animada
por la esperanza. ¿No nacen de la esperanza las palabras que Jesús dice a los
Apóstoles: "Id proclamando que el reino de los cielos está cerca"? ( Mt 10, 7). Esta
esperanza se funda en la venida de Cristo y, en definitiva, coincide con su Persona
y con su misterio de salvación donde está él está el reino de Dios, está la
novedad del mundo» (Benedicto XVI, 15 de junio de 2008).
Reflexión apostólica
«La misión de la Iglesia es ardua: predicar el Reino de Cristo a cada corazón y a la
sociedad entera en medio de circunstancias complejas y en ambientes a veces
hostiles o indiferentes. Se requieren hombres y mujeres de temple, preparados y
entregados a la causa de Cristo. Por ello, es necesario que cada miembro del
Movimiento se esfuerce por adquirir una formación integral que le capacite para
cumplir su misión evangelizadora con eficacia y responsabilidad» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 386).
Propósito
Diariamente pedir por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada.
Diálogo con Cristo
Sagrado Corazón de Jesús, gracias por mostrarme el camino que debo seguir y
cómo debo aprovechar los medios que el Movimiento Regnum Christi me propone
para mi santificación. Permite que el testimonio de mi vida anuncie que es bueno
desgastarse y trabajar por Ti, Señor, y por los demás.
«Las palabras de Cristo siguen siendo actuales: “La mies es mucha y los
trabajadores pocos”, Faltan personas dispuestas a dar a conocer el amor de Dios en
un mundo complejo y necesitado de amor. Es preciso incrementar el número de
apóstoles para poder evangelizar más y servir mejor a la Iglesia universal y a cada
Iglesia particular»
( Cristo al centro, n.1853).