PARADOJAS EVANGÉLICAS
DOMINGO 17º PER ANNUM
27 de Julio de 2.008
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El reino de los cielos se parece a un tesoro
escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría,
va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda
clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los
buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo:
saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno
encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto? Ellos le contestaron: Sí. Él les dijo: Ya veis, un escriba
que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del
arca lo nuevo y lo antiguo. Mateo 13, 44-46
Si pierdes a Dios y no entonas un llanto total, es que nunca lo gozaste.
Si pierdes a Dios y no te quedas sin manos, es que nunca lo palpaste.
Si pierdes a Dios y no se pinchan tus ruedas, es que nunca lo llevaste.
Si pierdes a Dios y no se borran tus libros, es que nunca lo supiste.
Si pierdes a Dios y no te roban el aire, es que nunca lo aspiraste.
Si pierdes a Dios y no te quitan el corazón, es que nunca lo quisiste.
Si pierdes a Dios y no te cortan la cabeza, es que nunca lo pensaste.
Si pierdes a Dios y no te condenas a muerte, es que nunca lo viviste.
Si pierdes a Dios y no te pierdes a ti, es que nunca lo tuviste.
Si pierdes a Dios y no ser no se hace búsqueda, es que nunca lo encostraste.
Si encuentras a Dios, venderás tus acciones para comprar la Banca.
Si encuentras a Dios, en todos los caminos anticiparás la meta.
Si encuentras a Dios, en cada gota descubrirás el mar.
Si encuentras a Dios, en cada hombre se asomarán los hombres.
Si encuentras a Dios, en cada cerilla se encenderá el sol.
Si encuentras a Dios, en cada tumba florecerá una cuna.
Si encuentras a Dios, en la entrega de ti mismo encontrarás tu riqueza.
Si encuentras a Dios, lucharás para que el sol lo miren todos los ojos
Si encuentras a Dios, tus tesoros los adquirirán los otros.
Si encuentras a Dios, tu casa será la casa del pueblo.
Si encuentras a Dios, te desprenderás de tus perlas para adquirir hermanos.
Si encuentras a Dios, te venderás a ti mismo por el gozo de tenerlo.
Si encuentras a Dios, te encontrarás a ti mismo.
Si encuentras a Dios, todo y todos estarán en ti.
Si encuentras a Dios, serás encuentro y amor.
Si encuentras a Dios, ya siempre lo querrás buscar.
Juan Sánchez Trujillo