Disposición para amar y seguir Cristo
11/07/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 34–11, 1
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «No piensen que he venido a traer la
paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al
hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos
de cada uno serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama
a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y
me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará.
Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que
me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que
recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños,
por ser discípulo mío, Yo les aseguro que no perderá su recompensa».
Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para
enseñar y predicar en otras ciudades. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, tu Palabra es exigente, radical. Ilumina mi oración para que sepa
comprender que el estilo de vida que me propones es el único que debo seguir.
Petición
Padre mío, hazme un discípulo y misionero de tu amor.
Meditación
«Jesús mismo declara con franqueza tres condiciones necesarias para ser sus
discípulos: amarlo a él más que a nadie y más que la vida misma; llevar la propia
cruz y seguirlo; y renunciar a todas las posesiones. Jesús ve una gran multitud que
lo sigue junto a sus discípulos, y con todos quiere ser claro: seguirlo es arduo, no
puede depender de entusiasmos ni de oportunismos; debe ser una decisión
ponderada, tomada después de preguntarse a conciencia: ¿Quién es Jesús para mí?
¿Es verdaderamente “el Señor”? ¿Ocupa el primer lugar, como el sol en torno al
cual giran todos los planetas? Y la primera lectura, del libro de la Sabiduría , nos
sugiere indirectamente el motivo de este primado absoluto de Jesucristo: en él
encuentran respuesta las preguntas del hombre de toda época que busca la verdad
sobre Dios y sobre sí mismo. Dios está más allá de nuestro alcance, y sus designios
son inescrutables. Pero él mismo quiso revelarse, en la creación y sobre todo en la
historia de la salvación, hasta que en Cristo se manifestó plenamente a sí mismo y
su voluntad» (Benedicto XVI, 5 de septiembre de 2010).
Reflexión apostólica
«Para vivir maduramente el ideal de la caridad es necesario sobrellevar las
inevitables cargas, e incluso tensiones, que provoca la vida diaria, sobre todo
cuando las tareas que han de realizarse en común son arduas y expuestas a fallos o
fracasos humanos. Nadie puede ilusionarse soñando en una vivencia irreal o
desencarnada de la caridad. Amor es donación. Por eso, esta virtud se practica y se
forja cada día, en cada instante. Se es cristiano amando en el momento presente»
(Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 39).
Propósito
Renunciar a un gusto que hoy me podría dar, para ofrecerlo por los más
necesitados.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, que contraria parece ser tu doctrina a lo que los medios de
comunicación nos tratan de vender. Dar la vida, renunciar a todo con la seguridad y
confianza que es el único camino para nuestra auténtica felicidad se dice fácil pero
qué difícil es vivirlo. Sólo la presencia continua en mi vida podrá lograr que siga el
camino que me propones, por eso, ¡Ven Señor!
«La santidad no se puede realizar solamente con un acto de querer. Porque la
santidad requiere una donación amorosa, y la donación cuesta »
( Cristo al centro, n. 1986).