II Domingo Adviento - B
Evangelio de la Misa: Mac 1,1-8 Conversión-Confesión
La lectura bíblica contiene el comienzo del Evangelio según San Marcos, y
recuerda en primer lugar las palabras del profeta Isaías (escritas varios siglos
antes del nacimiento de Cristo) que hablan del mensajero que prepara el camino
a Cristo, Juan el Bautista.
Recordando palabras del profeta, el Bautista nos invita a estar preparados
para recibir a Cristo, que va a aparecer predicando públicamente por los pueblos
y ciudades de Palestina. Y para acogerle y entenderle es necesario “allanar los
senderos”, es decir disponer el corazón con la humildad, la rectitud y el
arrepentimiento de los propios pecados. Esta es la manera de esperar, y de vivir
luego la Navidad; estas son las disposiciones personales para celebrar y gozar
del Nacimiento de Cristo.
________________________________________________
Señor, que me recuerdas el testimonio y las palabras de Juan el Bautista,
en este Adviento, que pretende prepararme a celebrar cristianamente
la próxima Navidad. Quiero aprender de su ejemplo,
y acoger sus enseñanzas como pautas indicadoras de mi conversión cristiana,
la que Tu me invitas a renovar y profundizar en este tiempo litúrgico.
La soberbia y el individualismo, la pereza y la comodidad,
me impiden muchas veces escuchar tus palabras, Señor;
y, lo que es peor, aceptar las apasionantes verdades que me ofrecen.
Prefiero guiarme muchas veces por mi opinión, mi bienestar, mi interés
personal y egoísta, aun a costa de vivir a oscuras, con dudas y nerviosismos.
Dame, Señor la humildad para reconocer y aceptar
tus maravillosas enseñanzas de vida y verdad.
Ayúdame a ser sincero y valiente para reconocer en cada momento
mis errores, equivocaciones y pecados; y al terminar cada jornada,
por la noche, que no olvide mostrar mi arrepentimiento
y pedirte perdón por mis fallos de amor a Ti y al prójimo.
Y sobre todo, quiero “allanar los senderos de mi corazón”,
y mantener limpio el camino con la Confesión sacramental frecuente,
por la que me llega tu gracia y tu Amor,
y me dispone a encauzar mejor mi caridad con el prójimo.
Ante tu llamada a dar un paso más en mi conversión cristiana
me propongo hacer una Confesión general, que me disponga
a acoger a Cristo en la Navidad con la alegría de los mejores cristianos
y con el compromiso de los grandes apóstoles