EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Martes de la XVI Semana del Tiempo Ordinario (Año Impar)
Libro del Exodo 14,21-31.15,1.
Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el mar
con un fuerte viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar en tierra
seca. Las aguas se abrieron,
y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una
muralla a derecha e izquierda.
Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus
guerreros, entraron detrás de ellos en medio del mar.
Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la
columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos.
Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra, haciendo que avanzaran con
dificultad. Los egipcios exclamaron: "Huyamos de Israel, porque el Señor combate
en favor de ellos contra Egipto".
El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se
vuelvan contra los egipcios, sus carros y sus guerreros".
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. Los
egipcios ya habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, y el
Señor los hundió en el mar.
Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército
del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni
uno solo se salvó.
Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las
aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda.
Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los
cadáveres de los egipcios que yacían a la orilla del mar,
y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto. El pueblo temió al
Señor, y creyó en él y en Moisés, su servidor.
Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor: "Cantaré
al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos y los carros.
Evangelio según San Mateo 12,46-50.
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que
estaban afuera, trataban de hablar con él.
Alguien le dijo: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte".
Jesús le respondió: "¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?".
Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: "Estos son mi madre y mis
hermanos.
Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi
hermano, mi hermana y mi madre".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctora de la Iglesia
Carta 121 (Obras Completas, Monte Carmelo 1980)
«El que hace la voluntad de mi Padre..., ése es mi hermano, mi hermana y
mi madre»
«Mis pensamientos no son vuestros pensamientos», dice el Señor(Is.55,8). El
mérito, no consiste en hacer mucho o en mucho dar, sino en recibir, en amar
mucho. Se ha dicho, que «es mucho más dulce dar que recibir»(Hch. 20,35), y es
verdad; pero cuando Jesús quiere reservarse para sí la dulzura de dar, no sería
delicado negarse. Dejémosle tomar y dar todo lo que quiera, la perfección consiste
en hacer su voluntad, y el alma que se entrega enteramente a él es llamada por
Jesús mismo «su madre, su hermana» y toda su familia. Y en otra parte: «Si
alguno me ama, guardará mi palabra» (es decir, hará mi voluntad) y «mi Padre le
amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada» (Jn 14,23).
¡Oh, qué fácil es complacer a Jesús, cautivarle el corazón! No hay que hacer
más que amarle, sin mirarse una a sí misma, sin examinar demasiado los propios
defectos...
Los directores hacen progresar en la perfección, imponiendo un gran número de
actos de virtud, y llevan razón; pero mi director, que es Jesús, no me enseña a
contar mis actos, me enseña a hacerlo todo por amor, a no negarle nada, a estar
contenta cuando él me ofrece una ocasión de probarle que le amo; pero esto se
hace en la paz, en el abandono, es Jesús quién lo hace todo, y yo no hago nada.
“servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”