Fiesta. Bautismo del Señor
Padre Camilo Maccise, OCD
1. Desde la antigüedad, la Iglesia ha unido como manifestaciones del Señor, la
Epifanía, es decir a manifestación a los magos, la voz del Padre en el bautismo de
Jesús que lo proclama Hijo muy amado en quien tiene sus complacencias y,
finalmente, la transformación del agua en vino en Caná de Galilea, cuando Jesús
manifestó su gloria y creyeron en Él sus discípulos. En la actualidad la evocación de
estos tres acontecimientos poco o nada dicen a los cristianos. Hay que saber
descubrir otras manifestaciones del Señor más en conexión con la vida de hoy y
hay que conocer el camino para lograrlo.
2. La fiesta del bautismo de Jesús nos señala la ruta para descubrir la presencia y la
acción de Jesús y para poder comunicarla a los demás. Ante todo, hay que
escucharlo y, al mismo tiempo hay que tomar conciencia del Espíritu que recibimos
el día de nuestro bautismo y que nos transformó en hijos de Dios y hermanos entre
nosotros. Escuchar a Cristo significa dejarnos penetrar por sus enseñanzas, su
modo de actuar, su presencia en nosotros. Él nos ayudará a descubrirlo en los
demás, incluso en los que no lo conocen. Nos ayudará a crecer en la fe actúa por
medio del amor. Por otro lado, silenciosa pero realmente, el Espíritu Santo va
guiando nuestra vida como guió la de Jesús y nos va llevando a saber interpretar
los signos de los tiempos en los que Él se hace presente y nos interpela.
3. A través del mandamiento del amor, Cristo nos hace ver que en su cumplimiento
se realiza una manifestación suya clara e inteligible en el mundo de hoy. En esto
conocerán que sois mis discípulos en que os améis los unos a los otros como yo os
he amado. En un mundo de división, guerras, odio, injusticia, Jesús se manifiesta
en la fraternidad porque ésta no es sólo producto de nuestro esfuerzo. Es un don
del Padre, que nos hace hermanos de Cristo y entre nosotros. El primer fruto del
Espíritu es la comunión en el amor. Cuando desciende en Pentecostés, surge la
comunidad de los creyentes. La fiesta del bautismo de Jesús es una llamada a
construir la fraternidad que manifiesta la presencia y la fuerza de Cristo resucitado
en forma clara y evidente
Camilo Maccise