DOMINGO 2º DE ADVIENTO A
COMO ABRIR FUTURO A NUESTRA SOCIEDAD
La Palabra : “Dad el fruto que pide la conversión” (Evangelio)
1. Según la fe cristiana Dios es Alguien más íntimo a nosotros que nosotros
mismos. A todos nos habla en el sagrario de nuestra conciencia, y su Palabra se
manifestó de modo único y singular en la conducta histórica de Jesucristo. Lo
fundamental, sin embargo, lo decisivo, es que cada uno escuche la voz de su
conciencia y deje que esa voz inunde y transforme su propia existencia. Eso
significa preparar los caminos.
2. Juan Bautista es presentado como Precursor, el que prepara el camino. Por su
forma de vivir y por su forma de hablar. Según los datos que tenemos, Juan vivía
en el desierto, alejado de las instancias religiosas y políticas que ostentaban el
poder. Apasionado por la confianza en Dios, que quiere y actúa buscando la
liberación del pueblo, su forma de vivir es austera y bien distinta de la que llevan
los potentados. Por eso la gente cree lo que dice y se acercan a él preguntando:
¿qué debemos hacer?
3. El Bautista pide que sus oyentes den “los frutos de la conversión”. Y esos frutos
se manifiestan en acciones bien concretas: “el que tenga dos túnicas, dé una al
que no tiene y el que tiene alimentos haga lo mismo”; que los recaudadores de
impuestos y los comerciantes “no exijan más de lo que está tasado”; que los
militares y los policías “no hagan extorsión a nadie ni denuncien falsamente”.
Brevemente, que todos nos desmarquemos de esa fiebre posesiva que destruye a
la sociedad humana con la injusticia y la pobreza.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net