XIX Semana del Tiempo Ordinario, Ciclo A (Año Impar)
Martes
“Me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión“
I. Contemplamos la Palabra
Lectura de la profecía de Oseas 2, 16b. 17b. 21-22
Así dice el Señor: "Yo me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me
responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de
Egipto. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en
derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad,
y te penetrarás del Señor".
Sal 44 Llega el Esposo; salid a recibir a Cristo, el Señor.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor R/.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras. R/.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
A cambio de tus padres, tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - "Se parecerá el
reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a
esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias,
al tomar las lámparas, se dejaron el aceite con las lámparas. El esposo tardaba,
les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:
- ¡Que llega el esposo, salid a recibidlo!.
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus
lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro
aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si
acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda
y os compréis".
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas
entraron con él al banquete, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las
otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo
aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".
II. Oramos con la Palabra
SEÑOR,tus palabras no encajan con la mentalidad reinante en nuestro mundo,
en el que el culto al cuerpo es uno de los valores más en alza. ¿Cómo entender
tus palabras: No tengáis miedo a los que matan el cuerpo? No siempre tengo en
cuenta que lo que tiene más valor es mi alma, creada a tu imagen y semejanza.
Lo sabía perfectamente Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein),
intrépida judía convertida al cristianismo, mártir carmelita. Yo quiero seguir su
ejemplo: primero y sobre todo, el alma.
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
Celebramos hoy la fiesta de Edith Stein o Santa Teresita Benedicta de la Cruz.
Fue declarada por Juan Pablo II copatrona de Europa. Pensadora judía
convertida al cristianismo y carmelita descalza a la hora de morir en la cámara
de gas de Auschwitz.
Por ello, las lecturas que se proponen para la fiesta de este martes son lecturas
de un alto contenido espiritual y teológico. Ambas lecturas nos describen la
relación de cada uno de nosotros con Dios desde categorías de unión entre
hombre y mujer. Todas las experiencias de Dios son de difícil descripción y por
ello, se recurren a imágenes, términos… que nos ayuden a captar alguna
sensación de la intimidad que se vive en este relación. Esta intimidad no es una
intimidad que se pudre, que gira en torno… Es una intimidad basada en el Amor
profundo, sincero, fiel, honesta… Es una intimidad donde la persona reconoce su
Felicidad en el otro, reconoce su identidad en el abrazo que recibe de Dios. De
ahí la expresión tan bellísima del profeta: Me casaré contigo en matrimonio
perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión,
me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor.
Por ello, la fuerza de muchas expresiones de Edith Stein. Hoy como frase para
llevar durante la jornada os propongo esta: La esencia del alma es estar abierta
hacia dentro. Cuando el yo vive en el fondo de su ser, allí, donde encuentra su
pertenencia de hogar, entonces percibe algo del sentido del Ser, la fuerza
concentrada de la cual participa.
Fray José Rafael Reyes González
Casa Santissima Trinità degli Spagnoli-Roma
Con permiso de dominicos.org