Germinar al calor de la Eucaristía
10/08/2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
El que quiera servirme, que me siga, para que donde Yo esté también esté mi
servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, ayúdame a encontrarme contigo en esta oración. Quiero servirte y seguirte.
Acalla mis inquietudes para que no caer en distracciones ni banalidades, y pueda
así descubrir las miserias de mi vida que me alejan de tu amor.
Petición
Señor, dame la humildad para reconocer mis fallas en el amor a los demás.
Meditación
«Lo dijo Jesús mismo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
infecundo; pero, si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y
el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna”. Así
habló y así hizo Jesús: su crucifixión parece un fracaso total, pero no lo es. Jesús,
en virtud “del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha”. De
este modo, cayendo en tierra, pudo dar fruto en todo tiempo y a lo largo de todos
los tiempos. En medio de vosotros tenéis el nuevo Pan, el Pan de la vida futura, la
Santa Eucaristía que nos alimenta y hace brotar la vida trinitaria en el corazón de
los hombres.
Jóvenes amigos, semillas con la fuerza del mismo Espíritu Eterno, que han
germinado al calor de la Eucaristía, en la que se realiza el testamento del Señor. Él
se nos entrega y nosotros respondemos entregándonos a los otros por amor suyo.
Éste es el camino de la vida; pero se podrá recorrer sólo con un diálogo constante
con el Señor y en auténtico diálogo entre vosotros» (Benedicto XVI, 21 de marzo de
2009).
Reflexión apostólica
«El ejercicio de la abnegación puede ser muy variado: el cumplimiento esmerado y
fiel del propio deber; el cultivo de una voluntad firme contra las veleidades de los
sentimientos y las emociones; el dominio y temple del carácter; el control de las
reacciones emotivas desordenadas; y la renuncia a todo aquello que impida la
donación a Dios y a los demás. Esta renuncia algunas veces es necesaria porque se
identifica con la renuncia al pecado, y otras veces puede ser muy conveniente,
según las inspiraciones del Espíritu Santo, para la purificación y el
perfeccionamiento de la vida personal o para la armonía de las relaciones con los
demás » Manual del miembro del Regnum Christi , n. 117).
Propósito
Hacer un examen de conciencia y confesarme para recibir adecuadamente la
Eucaristía.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, hoy que celebramos a san Lorenzo, que se distinguió por su solicitud
por los pobres y que supo dar su vida en un atroz martirio, concédeme que sepa
serte fiel en los pequeños detalles de todo los días para ir creciendo en el amor que
me lleve a darte el lugar que te corresponde en mi vida.
«El dolor será dolor; pero la cruz de Cristo es una semilla hundida en lo más íntimo
de nuestro ser; un día brotará con una espiga cuajada de frutos para la vida
eterna»
( Cristo al centro, n. 720).