Comentario al evangelio del Viernes 19 de Agosto del 2011
Queridos amigos y amigas:
¿Y si me preguntan a mí eso de “cuál es el mandamiento principal de mi vida”? Seguro que tengo una
respuesta estupenda, de las de libro. Como seguramente tendría el fariseo del Evangelio de hoy si la
pregunta se la hubiesen hecho a él.
Pero si alguien observa mi vida y deduce cuál es el principal interés o centro de atención
(“mandamiento”) de la misma, la cosa podría ser distinta. Como le ocurría al fariseo.
Jesús no da la respuesta que le piden para “instruir” al fariseo, sino para recordarle que no basta con
“saber” cuál es el mandamiento, sino que hay que ponerlo en práctica.
Este pasaje no admite mucho comentario, pero sí admite mucha reflexión. Te invito a que dediques
unos minutos a repetir en voz baja, como si fuera un mantra, eso de “amar a Dios con todo el corazón,
con toda el alma, con todo el ser y al prójimo como a uno mismo”. Y mira a ver cómo suena en tu
vida, qué repercusión tiene en tu comportamiento de esta semana, de este viernes.
Manolo Tamargo, cmf