XXI Domingo del Tiempo Ordinario
Homilía basada en el Catecismo de la Iglesia Católica
«La fe de Pedro fundamento y centro de comunión de la Iglesia»
I. LA PALABRA DE DIOS
Is 22,19-23: «Colgaré de su hombro la llave del palacio de David»
Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc: «Señor, tu misericordia es eterna, no
abandones la obra de tus manos»
Rm 11,33-36: «Él es origen, guía y meta del universo»
Mt 16,13-20: «Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los cielos»
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
Himno petrino: Es correlativo a la confesión de fe. Porque «Pedro... dijo: Tú eres el
Mesías...», Jesús responde: «Tú eres Pedro...». Pedro posee todo el poder del
Reino, porque se le han dado «las llaves» (1ª Lect.). Por eso, es capaz de poner en
sintonía las decisiones y el perdón que se otorgan en la Iglesia, aquí en la tierra,
con los designios y la reconciliación de Dios en el cielo. La fe de Pedro, a una con la
Palabra de Cristo o con Cristo, es el fundamento inamovible de la Iglesia, el centro
de comunión entre la tierra y el cielo, la Iglesia de aquí y Dios. La Iglesia es el
comienzo de la nueva creación en este mundo, a partir del Señor resucitado.
«Les mandó que no dijeran a nadie» quién era Él y el misterio de su vida, porque
los hombres no estaban aún preparados para entender al Hijo del hombre y su
obra la Iglesia, con la que Él se identifica.
III. SITUACIÓN HUMANA
Es demasiado fuerte el contraste entre el lugar de Pedro en la Iglesia, según el
Evangelio entendido por la Tradición viva de la misma Iglesia, y la actitud de
algunos fieles católicos distanciados de Pedro y aun opuestos a él con frecuencia.
¿Qué hacer en esta crisis real que padece la Iglesia?
IV. LA FE DE LA IGLESIA
La fe
– La lectura del Evangelio pertenece a la fe de la Iglesia: "El Señor hizo de Simón,
al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le
entregó las llaves de ella; lo instituyó pastor de todo el rebaño» (881).
– La fe de la Iglesia aplica el Evangelio a los tiempos siguientes: "El Papa, obispo
de Roma y sucesor de San Pedro, «es el principio y fundamento perpetuo y visible
de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles» (LG 23)..."
(882; cf 883).
La respuesta
– El Catecismo de la Iglesia Católica insiste en el desarrollo «entre los cristianos de
un verdadero espíritu filial con respecto a la Iglesia. Es el desarrollo normal de la
gracia bautismal, que nos engendró en el seno de la Iglesia y nos hizo miembros
del Cuerpo de Cristo...» (2040).
– Ese «espíritu filial» elimina el distanciamiento y hasta oposición al magisterio.
Por otra parte, no se han de levantar con facilidad oposiciones insalvables entre la
fe y la razón, la norma y la conciencia, pues «el mismo Dios que revela los
misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano la luz de la
razón... Por eso, la investigación metódica... según las normas morales, nunca
estará realmente en oposición con la fe, porque... tiene su origen en el mismo
Dios» (159).
El testimonio cristiano
– " «... Es a la misma Iglesia, a la que ha sido confiado el 'Don de Dios'... Es en
ella donde se ha depositado la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo...
confirmación de nuestra fe y escala de nuestra ascensión hacia Dios... Porque allí
donde está la Iglesia, allí está también el Espíritu de Dios; y allí donde está el
Espíritu de Dios, está la Iglesia y toda gracia» (San Ireneo, haer. 3, 24, 1)" (797).
Por la fe se otorgan a Pedro la misión y los carismas que, según el Evangelio, lo
colocan como fundamento de la Iglesia y centro de comunión en ella. Cada
Eucaristía se celebra en comunión con la fe de Pedro. Nosotros hoy hemos de
adherirnos sin titubeos a la fe del centro de unidad de la Iglesia.
Con permiso de Almudi.org