Ciclo A. 21º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Antonio Elduayen, C.M.
Queridos amigos:
El evangelio de hoy (Mt 16,13-20) contiene los siguientes importantes
puntos : la pregunta del trillón de Jesús, la respuesta de Simón (su proclamación
de fe), el cambio de nombre de Simón por Pedro (=piedra o roca), la fundación de
la Iglesia, “el poder de las llaves” (autoridad suprema), que Jesús confiere a Pedro,
el llamado “secreto mesiánico”… Contiene otros muchos puntos importantes ,
pero la liturgia los deja para el evangelio del siguiente domingo 21. Ya está más
que bueno con los de hoy. Lamentablemente, el desarrollo por separado de
cada punto o tema, nos hace perder de vista el conjunto, que es lo más
importante y a donde apuntan Jesús y su evangelista Mateo. A la fundación de
la iglesia.
Como les he dicho, la fundación de la Iglesia por Jesús presenta circunstancias tan
especiales que la hacen única . Para sus planes a futuro, esta Iglesia es vital ,
pues deberá representarle y continuar Su misión en este mundo. Deberá ser
como su prolongación en el tiempo , y en ella, cuando ya se haya ido,
permanecerá hasta el final de la historia (Mt 28,20). Es por ello que Jesús anda
buscando la persona idónea, la que Su Padre Dios ha escogido, para que la
represente y dirija. Siempre, ciertamente, bajo la acción del Espíritu Santo, quien
le ha asegurado que se hará cargo de todo y animará y apoyará la Iglesia y a quien
haga las veces de Cristo. Este resultó ser Simón , el Barjona, en mérito a su
respuesta a una pregunta de Jesús (Mt 16, 15-17). El Maestro vio en la respuesta
de Simón la señal que esperaba del Padre Dios a su acuciante súplica: muéstrame,
Padre, al apóstol que Tú quieres como sostén y guía de mi Iglesia.
Pero y como exigencia de lo que Jesús quiere que su Iglesia sea, antes de
constituir a Simón como autoridad de la misma, le cambia de nombre: ya no se
llamará Simón sino Pedro (Kefas en arameo = piedra o roca). Con ello quiere
decirnos que no es por sus méritos humanos que es constituido en fundamento y
Jefe de la Iglesia, sino por obra y gracia de Dios. Simón hecho Pedro se convierte
en Vicario de Cristo y en patrimonio universal. Es por lo mismo que, siguiendo su
ejemplo y propósito, todos los sucesores de Pedro (los 365 Papás) cambiarán
su nombre de pila por otro que será su nombre de Papa. Con ello Jesús siguió lo
que el Espíritu hiciera al cambiar el nombre de quienes había escogido para una
misión especial: Abraham por Abram (Gn 17,5); Israel por Jacob (Gn 32,28);
Paulo por Saulo (He 13,9).
Por lo dicho, la Iglesia es una institución única en su género , pues contiene
elementos humanos y divinos. Es mucho más que una sociedad o un estado (el
del Vaticano), y se equivocan quienes la ven y la juzgan con criterios sólo humanos
o sociales. Es mucho menos que una comunidad puramente espiritual -
(porque Jesucristo está en ella y la anima y dirige el Espíritu)-, y se equivocan
quienes la juzgan sólo con criterios evangélicos. Podríamos decir que Luz de Dios
(LD) es la Constitución del Vaticano 2º que ve y presenta la Iglesia como Misterio;
en tanto que Gozo y Esperanza (GS), la que la presenta como sociedad en el
mundo. ¿Las conocemos?
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)