“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”.
San Mateo 16, 13-20
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
TÚ ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA
El reconocimiento de Simón Pedro de la verdadera identidad de Cristo señala el momento
culminante de la experiencia de los apóstoles y de la Iglesia, que tiene en Cristo su
fundamento. Pedro, según el texto del cuarto evangelio (6,69), “cree y conoce” que Jesús de
Nazaret es “el santo de Dios”, el consagrado por excelencia, el Mesías-Cristo. Las
consecuencias de tal reconocimiento han marcado una historia bimilenaria y todavía activa.
Sobre todo, subraya que reconocer a Cristo es fruto de la revelación del Padre acogida con
espíritu de fe (creído y conocido). En segundo lugar, un acto semejante es, a su vez, fuente de
aquella bienaventuranza que le concede al testimonio cristiano empuje y alegría. En tercer
lugar, es sobre la roca de Pedro y los apóstoles donde tiene el fundamento la comunidad de
Jesús, el nuevo y universal pueblo de Dios. Contra él resultarán impotentes las fuerzas de la
muerte “las puertas del infierno”, (en el lenguaje bíblico). Pedro y los apóstoles (cf Mt 18,18)
ejercen el poder de Cristo (cf Ap 1,18), la triple tarea de gobernar (“atar” y “desatar”), santificar
y enseñar. El estupor de Pablo ante los designios divinos bien puede equipararse al episodio
evangélico de la investidura de Pedro y la constitución de la Iglesia como una comunidad
cimentada sobre la roca de la fe y -lo recuerda Juan al final del evangelio- del amor.
ORACION
Concédele a tu Iglesia, Señor, que no alimente actitudes soberbias, sino servicios humildes,
agradables a ti. Que desdeñe el mal y practique cuanto es recto con amor y plena libertad
(oración fijada por la antigua liturgia romana para el 15 de junio, en memoria de los mártires).