Comentario al evangelio del Miércoles 19 de Diciembre del 2012
Dos matrimonios sin hijos, y sin embargo, fecundos
Manoj y su mujer, Zacarías e Isabel. En ambos casos la descendencia en un don muy buscado y
deseado. Pero el hijo no llega. Se atribuye la causa a la esterilidad de ambas mujeres; en el primer caso
se dice por tres veces: “Eres estéril, pero concebirás y darás a luz”. En ambos casos se mostrará que la
naturaleza no tiene la última palabra. La promesa de Dios puede sacar vida incluso de la esterilidad.
Nace Sansón como hijo de la promesa. Se le encomienda una misión especial. El niño está consagrado
a Dios desde antes de nacer hasta la muerte. Es un liberador de Israel.
Zacarías e Isabel también tienen un problema similar. Ya han perdido la esperanza de tener
descendencia. Como las mujeres hebreas del tiempo, Isabel vive esta situación como una afrenta. Se ve
excluida de la línea y descendencia mesiánica.
El evangelista Lucas tiene especial interés en trazar el paralelismo entre Juan Bautista y Jesús,
destacando la superioridad de Jesús. En los dos casos se da el cumplimiento de profecías, la
concepción excepcional, el nacimiento, la misión peculiar en la historia de la salvación. La visita de
María a Isabel realiza el encuentro gozoso de las dos madres y de los dos personajes…
La misión de Juan es preparar la venida y señalar al Mesías Jesús. Es motivo de alegría para su padre.
Muchos se alegran por su nacimiento. Zacarías necesita acrecentar la fe en las promesas de Dios. Dios
es fiel y cumple sus promesas.
Hoy la palabra del adviento nos sitúa de lleno ante nuestro propio escepticismo y desconfianza, ante
nuestros miedos y cobardías. La esperanza humana es frágil pero unida a la esperanza teologal llena de
energía a los que suspiran por el Mesías. Como algunos matrimonios, la Iglesia entera experimenta hoy
en muchas partes del mundo su propia esterilidad, es decir, la dificultad para engendrar nuevos
cristianos. Lo mismo le pasa a las congregaciones religiosas. Se necesita radicalizar la confianza en el
Dios que es capaz de sacar vida de la esterilidad.
Bonifacio Fernández, cmf