I V IERNES DE A DVIENTO
T IEMPO DE DESPERTAR LOS SENTIDOS
“Pronto, muy pronto, el Líbano
se convertirá en vergel , el vergel
parecerá un bosque ; aquel día, oirán
los sordos las palabras del libro; sin
tinieblas ni oscuridad verán los ojos
de los ciegos” (Is 29, 17).
M EDITACIÓN
Como un elenco de sensaciones,
los textos que hoy se leen en Liturgia, aglutinan palabras que llaman a despertar la
sensibilidad de los sentidos del alma por la referencia a los corporales.
“Vergel”, “bosque”, “dulzura”, “oídos”, “ojos” son suficientes evocaciones del
olfato, el gusto, el oído, la vista, que deben permanecer vigilantes por el augurio de la
próxima venida del Señor.
La llamada que recibimos en las lecturas se concentra especialmente en el relato
de los dos ciegos que acuden a Jesús a pedirle el don de la vista. Por la pregunta que les
hace el Señor, se puede comprender dónde radica la posibilidad de ver. -«Que os suceda
conforme a vuestra fe.» Y se les abrieron los ojos (Mt 9, 27-31).
La realidad que nos rodea puede ser motivo de desesperanza, tedio, tristeza,
desespero, violencia, desengaño, escepticismo o, por el contrario, ocasión de
generosidad, delicadeza, sensibilidad, disponibilidad, esperanza, ánimo, solidaridad. La
razón de una reacción u otra, en muchas ocasiones no consiste en el impacto externo de
los hechos, sino en la lectura trascendente que se haga de ellos; donde unos pueden
percibir noche, oscuridad, tiniebla, otros presienten proximidad del alba, advenimiento
próximo de la aurora.
De la lectura de los textos se desprende la necesidad de tener fe, de ser capaces de
descubrir el paso del Señor por nuestra vida, aun en los momentos más aciagos.
Una vez abiertos los sentidos al significado trascendente de los hechos por
mantener los ojos fijos en Jesús, seremos testigos de la exhortación “mirad, el Señor
llega con poder e iluminará los ojos de sus siervos”.
I NVOCACIÓN
Señor, sé mi luz.
L LAMADA
¿Te mantienes atento, consciente, sensible?
¿Percibes los hechos desde la luz de la fe?
¿Has sentido el gozo de gustar la dulzura de la Palabra?